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De 11 a 18 años: Edad de los “sicarios” reclutados por la Unión Tepito 

En la guerra por el control de Tepito y la colonia Morelos, niños y adolescentes han sido utilizados por los cárteles de la Unión y la Antiunión, y al menos una decena de jóvenes de entre 11 y 18 años han sido abatidos en los últimos dos meses debido a la pugna por el territorio entre ambos grupos; informó MILENIO.

Estos adolescentes extorsionan, comercian droga y asesinan, entre otras actividades. Tal es el caso de Deymar Vallejo, alias El Chicha, quien tenía 15 años y fue asesinado el 22 de septiembre después de impactarse contra un automóvil al intentar huir de sus agresores, quienes, al verlo en el suelo, le dispararon en múltiples ocasiones. 

En redes sociales, Deymar mostraba fotos portando armas de fuego y como música de fondo, narcocorridos y también publicaba imágenes jugando videojuegos.

Tras su muerte, familiares cercanos se despidieron de él con mensajes de cariño: “Te amo mucho, siempre te llevaré en mi corazón como el gran niño que fuiste, mi niño. La vida sin ti no será la misma. Te amo, hasta volvernos a encontrar”.

Días antes, en Circuito Interior, fueron asesinados de la misma manera otros dos jóvenes de 19 y 17 años, respectivamente. El menor de ellos, Ramses Campo, alias Rambo, había atentado contra dos adolescentes una semana antes, por lo cual fue detenido; sin embargo, momentos después fue liberado y posteriormente abatido.

Además, la semana pasada, integrantes de la Antiunión dispararon contra Angelo Méndez, de 19 años, tras bajar de su automóvil gris, cuya imagen publicaba en redes sociales junto a armas largas.

A estas muertes se suman las de Alexis Álvarez, José Juárez y Manuel Maya, todos de 18 años, así como la de otros dos jóvenes de más de 20 años en los últimos días.

El crimen organizado utiliza a menores de edad para delinquir. | Jorge Carballo

Cuando integrantes de alguno de los dos grupos delictivos fallecen, los rivales celebran en redes sociales con mensajes como “ni lo más rico alcanzó a comer, pan de él, o sea de muerto, jajaja”. 

Además, miembros de la Unión Tepito, también a través de redes sociales, amenazan a las parejas de los jóvenes asesinados, advirtiendo que pronto “acompañarán a sus difuntos” con la leyenda “pura uva”, en referencia al grupo criminal.

Además de los jóvenes fallecidos, algunos han sido detenidos, como el líder de sicarios del grupo UJ-40, Johan Gael ‘G’, de 17 años, quien nombró a su grupo criminal usando las iniciales de la Unión Tepito, su nombre y el número de predio donde vive, en la calle Mecánicos, en la colonia Morelos.

Este grupo de sicarios al servicio de la Unión Tepito publicaba fotografías portando armas, donde aparecen integrantes como El Muela, Marlon, Gael, Zuriel, Israel y su líder, Johan, quien llevaba una gorra con la imagen del ex líder del cártel de Medellín, Pablo Escobar, apuntando con las pistolas hacia la cámara. Algunos portaban gorros y cubrebocas, mientras que otros aparecían sin protección alguna en el rostro.

Según Eunice Rendón, ex directora general del Centro Nacional de Prevención del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el contexto social y familiar es uno de los muchos factores que incitan a los jóvenes a unirse a los cárteles de droga.

“Es muy común que algún familiar o pariente directo esté en la cárcel o haya estado, lo que influye en los modelos a seguir. Finalmente, esto también es parte del fenómeno; es un contexto plagado de factores de riesgo”, comentó.

Por ejemplo, agregó, “los niños del box, de 10 a 13 años, viven en un contexto muy complejo. Uno va al box, pero su mamá no le hace caso, siempre está tomando alcohol o no está en casa. Va solo a los torneos; gracias al boxeo se ha mantenido, pero imagina a ese niño sin el boxeo”, explicó.

Rendón añadió que los jóvenes sienten frustración por no tener ciertas cosas, lo que desencadena actos delictivos en adolescentes.

Por su edad, los jóvenes son menos propensos a resistirse al crimen. | Octavio Hoyos

Por su parte, la antropóloga Elena Azaola comentó: “por la edad que tienen, son muy jóvenes, inmaduros, y no miden las consecuencias; esto es característico de esa etapa». 

«Neurocientíficamente se ha descubierto recientemente que el cerebro no termina de madurar hasta después de los 25 años”.

Agregó que los jóvenes no ven otra manera de obtener bienes. 

“Tienen menos posibilidades de resistirse porque no han madurado lo suficiente; están en un contexto en el que esas cosas están al alcance”.

Con información de Abraham Amador

Imagen portada: Jorge Carballo / MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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