La tendencia son producciones locales. Las plataformas están compitiendo por la adaptación de obras famosísimas para conquistar públicos y resonar en audiencias globales.
Por Mariana Mijares
El cine y la televisión han recurrido a la literatura para inspirar sus historias. Seguimos viendo versiones de Shakespeare, Jane Austen o Stephen King en producciones anglosajonas, pero también las grandes producciones de Marvel o DC se originaron en un cómic. Qué decir del fenómeno de Heartstopper. No obstante, ahora estamos viviendo un renacimiento de clásicos latinoamericanos, versionados y adaptados a los formatos del ‘streaming’, como lo hacen las producciones extranjeras, y en español; informó MILENIO.
Netflix, Max o ViX lideran la tendencia con producciones locales. Cuando ViX lanzó su adaptación de El gallo de oro (del escritor Juan Rulfo) en dos temporadas en 2023, pronto se sumaron anuncios de proyectos ambiciosos como Pedro Páramo (también de Rulfo), Cien años de soledad (Gabriel García Márquez), Como agua para chocolate (Laura Esquivel), que se estrena hoy, y El Eternauta, (Héctor Germán Oesterheld), a estrenarse a inicios de 2025, la producción más grande de Netflix de Argentina.
Estas nuevas aproximaciones basadas en clásicos de la literatura tienen algo en común: su valor local. Sobre esta tendencia, Francisco Ramos, VP de Contenidos de Latinoamérica en Netflix, entrevistado para DOMINGA, dice:
“Es el nuevo paradigma audiovisual, en el cual el idioma no es el pasaporte sino la ambición y las ideas. Se ha abierto este camino en América Latina. Hasta hace pocos años era impensable asumir producciones en español o en portugués de este tamaño, ahora lo es”.
“Especialmente es curioso cuán actuales son sus universos, dilemas y personajes. En el caso de El Eternauta ya la obra original era de una riqueza conceptual y visual, el trabajo de Oesterheld es magistral y sigue siendo muy actual. Y en el caso de Pedro Páramo y Cien años de soledad, pocas obras tienen tal relevancia dentro y fuera de sus respectivos países como estas dos”, añade.
La mayoría de estas historias –salvo el caso de Esquivel– se publicaron entre los años cincuenta y sesenta, tiempos complejos y convulsos marcados por dictaduras, revoluciones y movimientos sociales. En su momento, estas historias lograron captar la fortaleza, la lucha y los sueños de una región. Ahora, con sus adaptaciones a series y películas que puedan “maratonearse”, buscan aproximarse a nuevos públicos, elevando su valor, explorando la identidad e, idealmente, resonando ante una audiencia global.
Realismo mágico para maratonear
En 1961, el colombiano Álvaro Mutis visitó a un amigo en la Ciudad de México. Aquel amigo, también escritor, estaba pasando por un bloqueo creativo y Mutis le regaló un pequeño libro de Juan Rulfo, el escritor mexicano que capturaba la esencia de la vida rural. Era Pedro Páramo, que dice el mito le dejó una huella profunda, quedando tan cautivado que la devoró en una noche y la leyó de nuevo al día siguiente.
Ese escritor colombiano era Gabriel García Márquez y años después, comenzó a escribir Cien años de soledad. Luego de más de 50 millones de ejemplares vendidos, este trabajo es considerado una obra maestra y ahora, por primera vez, una adaptación verá la luz el próximo 11 de diciembre en Netflix, en formato de serie supervisada y co-dirigida por el propio hijo del escritor: Rodrigo García.
Pedro Páramo llegó años antes al cine mexicano en 1967 con John Gavin como Pedro Páramo, Ignacio López Tarso como Fulgor Sedano, Pilar Pellicer como Susana San Juan y Julissa como Ana Rentería. Ahora, una nueva cinta producida por Netflix estuvo dirigida por Rodrigo Prieto, el reconocido director de fotografía que ha dejado su huella luego de colaborar con cineastas de la talla de Alejandro González Iñárritu, Greta Gerwig y Martin Scorsese, con quien trabajó en más de una ocasión.
La historia de Rulfo ha sido traducida a decenas de idiomas, explora los límites del poder, el amor y la muerte en un ambiente marcado por el realismo mágico. Un estilo literario que combina elementos de la cotidianidad con elementos mágicos o fantásticos, creando un mundo que desafía las leyes de la realidad tal como la conocemos.
La nueva versión, protagonizada por Manuel García-Rulfo, Dolores Heredia, Ilsa Salas y Tenoch Huerta, enfrentó grandes desafíos para llevar a la pantalla la esencia de Comala y su atmósfera fantasmal. Para el guionista Mateo Gil, uno de los retos principales fue decidir qué dejar fuera. “Mi apuesta a la hora de adaptar Pedro Páramo fue extraer la película de la propia novela, sin inventar nada ajeno a ella y manteniendo en lo posible su estructura. El mayor reto fue decidir qué fragmentos eliminar, qué sacrificar en favor de la unidad y progresión de la película,” explica Gil.
A la par, Prieto, quien también co-dirigió la fotografía junto a Nicolás Aguilar, trabajó en recrear la desolación y misticismo de Comala en diferentes épocas: “Uno de los principales desafíos fueron los tiempos, las épocas, porque Comala la vemos derruida, pero también en su apogeo, por lo menos así también la novela y en el guión. Lograr eso fue técnicamente complicado y creo que solo hoy en día es posible gracias a la tecnología digital, además de un departamento de arte y vestuario extraordinario, hubo que cambiar sets y hacer que Comala se viera viva”, comenta Prieto.
Avance de Pedro Pármo
La película tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Cine de Toronto, donde fue ovacionada por el público canadiense; y hace solo unos días, en el Festival Internacional de Cine de Morelia, a donde el director y parte del elenco acudieron a presentarla antes de su estreno global en Netflix, el 6 de noviembre.
El mundo de las emociones de ‘Como agua para chocolate’
Años después de que García Márquez publicara su obra maestra, el mismo realismo mágico también influiría en la pluma de Laura Esquivel, escritora mexicana que en 1989 publicara Como agua para chocolate , una historia de amor y tradiciones que se desenvuelve en un mundo donde la emoción se manifiesta a través de la cocina.
La historia se enfoca en Tita y Pedro, dos almas profundamente enamoradas, separadas por tradiciones familiares que les impiden estar juntos. Este relato combina realismo mágico con la pasión y los sabores de la cocina mexicana, mostrando a Tita en un debate entre el destino que le impone su familia y su lucha por el amor.
“Había que entender cuáles eran las emociones que detonan el realismo mágico. Tita es fundamental en la lectura de este elemento. Todo lo que le pasa a ella, su fuerza, su tristeza, su coraje, sus lágrimasprovocan una alteración narrativa y buscamos ser muy claros en lo que se hace visualmente con efecto o con la cámara tenga siempre un elemento emocional de partida”, dice Analorena Perezríos, la directora de la nueva versión que llega hoy 3 de noviembre llega en formato de serie a Max.
Previamente, la novela fue adaptada al cine en 1992 dirigida por Alfonso Arau, también responsable de Un paseo por las nubes, con Keanu Reeves y Anthony Quinn. Su versión de la novela de Esquivel llegó a ser nominada a los premios Oscar, lanzando la carrera de Lumi Cavazos como actriz y contando con la participación del italiano Marco Leonardi, quien venía de la icónica Cinema Paradiso.
Para Perezríos, quien había dirigido teleseries como El hotel de los secretos, la adaptación requería enfocarse en las relaciones femeninas dentro de la familia. “Creo que una de las cosas a las que más atención pusimos fue tejer las relaciones que se generan dentro de un hogar femenino en una época muy específica. Esquivel dibujó un mundo muy particular. Nos interesó mucho que quedara claro que esta es una historia de emociones, lazos, encuentros y desencuentros. Ese viaje entre épocas y cómo relacionarnos fue un camino muy interesante que recorrer en la filmación”, detalla.
Entre los protagonistas se encuentran Irene Azuela, Azul Guaita, Ana Valeria Becerril, Andrés Baída, Ari Brickman, entre otros, quienes trabajaron bajo la producción ejecutiva de Salma Hayek –a través de su compañía Ventanarosa–, quien destacó el trabajo realizado por el equipo frente y detrás de cámaras.
“El libro ya lo tiene todo y para mí lo interesante es ver cómo la interpretan estas nuevas generaciones. La fuerza está en la historia. Lo que es interesantísimo, y que no me sonaba lo suficiente, es que la señora Laura Esquivel escribió un clásico. No puede pasar de moda. Y siempre habla de cosas que nos impactan y que nos mueven a todos”, dijo Hayek via remota en la conferencia de prensa.
Sobre el desafío visual, Perezríos remarca que uno de los enfoques clave fue la representación emocional a través de la cocina. “La imaginación es muchísimo más poderosa que la imagen”, considera. “Todas las personas que leyeron el libro generaron imágenes propias de las descripciones que hizo Laura Esquivel de la cocina mexicana. Nosotros tomamos las emociones de esas descripciones y las pusimos en imágenes concretas que pudieran expresar las emociones de los personajes”.
Este recurso logra transmitir lo que Tita y los demás personajes sienten, mediante tomas cerradas de la comida que exploran texturas, colores y formas. La conexión entre generaciones y épocas aporta a la serie un enfoque emocional que seguramente resonará con el espectador; porque más allá de nuestras diferencias de cultura, origen o idioma, todos compartimos un vínculo universal con la cocina.
La historieta argentina ‘El eternauta’ también tendrá su serie
El Eternauta se ha vuelto un símbolo de resistencia sobre el poder y la opresión, y el trágico destino de su autor, asesinado durante la dictadura militar argentina en los setenta, añadió una dimensión aún más profunda a la narrativa de este clásico.
Así como Pedro Páramo o Como agua para chocolate están arraigados en la cultura mexicana, El Eternauta es una de las obras más emblemáticas de la historieta argentina. Publicado a finales de los años cincuenta, este cómic fue escrito por Héctor Germán Oesterheld e ilustrado por Francisco Solano López. La serie estará protagonizada por otro argentino icónico: Ricardo Darín, conocido por Relatos salvajes o Argentina 1985, y quien regresa a la TV en su primera producción original con Netflix.
Esta historia que habla de supervivencia y segundas oportunidades busca llegar a una audiencia global mediante su protagonista: Juan Salvo (Darín), quien debe liderar a un grupo de sobrevivientes en su lucha contra una invasión alienígena después de una nevada mortal que extermina a millones de personas.
“La historia de la resistencia de Juan Salvo y su valiente grupo de combatientes es un verdadero desafío para todo el medio audiovisual argentino, ciencia ficción con mirada local, desde este ‘Hemisferio Austral que también forma parte del planeta’, diría mi queridísimo abuelo”, señala en las notas de producción Martín M. Oesterheld, nieto del autor y guionista, y quien participa en la serie como consultor creativo.
“Mi acercamiento a la adaptación será la de serle fiel a ese niño lector que se asomó a la historia por primera vez, tratar de reconstruir la emoción genuina de vivir una aventura en la esquina de tu barrio y la construcción de ese gran héroe argentino que es Juan Salvo”, agrega el director Bruno Stagnaro.
La serie no solo buscará honrar la esencia de la obra, también marcar un precedente en la industria audiovisual latinoamericana al ser la primera producción en utilizar Virtual Production en gran escala, similar a la tecnología empleada en series como The Mandalorian, y abriendo así las puertas para futuras producciones de ciencia ficción en la región. “Producir El Eternauta es un enorme desafío, técnico y artístico, y conlleva una gran responsabilidad, por eso estamos trabajando con los mejores, con profesionales de enorme talento y con un gran autor y director como lo es Bruno”, indica Matías Mosteirin, productor ejecutivo de K&S Films, que produjo la serie.
Con seis episodios, la serie que será una versión contemporánea de la original contará con un elenco encabezado por Darín, acompañado por talentos del Cono Sur como Carla Peterson, Andrea Pietra, César Troncoso, Ariel Staltari y Marcelo Subiotto.
Además se aspira a seguir el éxito de recientes cómics adaptados, como Heartstopper, conquistando a fans de la novela gráfica original y atrayendo a nuevos públicos.
Historias locales para audiencias globales
Con nuevas aproximaciones a clásicos que homenajean a sus autores, estas adaptaciones buscan ser un vehículo para que públicos globales descubran el mundo mágico, el pasado y la riqueza cultural de nuestra región. Tanto los actores como los creativos consultados para este texto coinciden en que el cine y la televisión logren ampliar el alcance de las historias, logrando que nuestra identidad cultural viaje y sea reconocida más allá.
La expectativa es más que alta. La pregunta que queda es si Netflix, Max, y ViX continuarán esta estrategia, relatos locales que se transformen en historias universales, en los años por venir; publicó MILENIO.
Imagen portada: MILENIO.