Las amenazas del virtual presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles a las importaciones de México si no se frena la migración o si las empresas sacan su producción de la nación no se cumplirán porque incrementará la inflación en el país, la cual aún está más alta de lo que tenían hace tres años, apuntan expertos; señala MILENIO.
Gustavo Vega Cánovas, ex director asociado del Centro de Estudios sobre América del Norte de la Universidad de Duke y miembro del sistema nacional de investigadores del Colegio de México, dijo que la medida sería totalmente contradictoria para quienes le otorgaron su voto y les prometió bienestar y menor inflación, pues en lo inmediato el precio de los productos agrícolas subirán de precio, así como los vehículos que representan 22 por ciento del comercio entre ambas naciones.
“Sus amenazas de imponer aranceles a las exportaciones afectaría el nearshoring que conviene a su país para contar con mercados alternativos ajenos a China, tal es el caso de la disponibilidad de chips, en donde México empezará a jugar un papel fundamental”, explicó.
Tonatihu Salinas Muñoz, presidente del Comité de Promoción y Atracción de Inversiones del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), precisó que la negociación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) se espera ríspida por la gran cantidad de señalamientos, amenazas y declaraciones fuertes orientadas a intimidar, pero aclaró que Trump es consciente de que no puede poner en riesgo el poder adquisitivo de sus ciudadanos porque los bienes e insumos que consumen tienen un alto grado de integración de lo que se genera en México a costos mucho más competitivos de lo que ocurre en otros lugares del mundo.
“A México no se le considera totalmente necesario, pero si es estratégico para que el mercado norteamericano tenga acceso a productos en oportunidad, calidad y precio altamente competitivo por lo que la amenaza de los aranceles tendrá como primer reclamo a la propia ciudadanía estadunidense y los sectores productivos que al ver un encarecimiento de los insumos rechazará la medida”, expuso.
Expuso que actualmente hay mayor interés de seguir invirtiendo en México, sobre todo firmas automotrices de Alemania, Francia, estadounidenses y chinas, además de la industria de enseres domésticos y equipos médicos, situación que se podrá robustecer si se presentan señales claras de revisión positiva del T-MEC.
Sobre esto, Vega Cánovas precisó que en el caso específico de China, que es otro tema que surgirá en el diálogo del acuerdo, México no puede rechazar o cancelar su comercio e inversiones, pero sí dar seguimiento a que no se incurra en prácticas desleales e incentivar a que las inversiones asiáticas se establezcan formalmente en México y se cumplan con todos los requisitos de la Organización Mundial de Comercio “y lo bueno de ello es que el gobierno mexicano está por instalar una comisión que revise esas inversiones y se acaten escrupulosamente las reglas de origen con lo que se estaría atendiendo una preocupación del gobierno de Trump”.
Verificación
A pesar de esto, el director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, Rafael Fernández de Castro, dijo que es necesario que México mejore su seguridad nacional, controlar mejor la migración y combatir el tráfico de fentanilo para evitar que el virtual presidente electo de Estados Unidos, mezcle estos temas en la revisión del tratado de libre comercio T-MEC.
“No se deben dejar huecos abiertos en temas que preocupan a Estados Unidos y a la vez ser prudentes en otros frentes como la intención de desaparecer los órganos autónomos que tienen que ver con la transparencia, regulación y combate a prácticas monopólicas que podrían significar un escollo en la revisión del acuerdo”, dijo a MILENIO el director del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, Rafael Fernández de Castro.
Asentó que por igual, ante la revisión de la reciente aprobación de la reforma al poder judicial se deberá garantizar que los jueces actuarán con estricto apego a derecho y de que existan mecanismos eficientes de resolución de conflictos.
“Esos temas álgidos deben atenderse urgentemente para tener un mejor panorama en la revisión y evitar que sean punto central en la discusión del Congreso que controlará el Partido Republicano, que es proteccionista y pondrá en riesgo la continuidad del T-MEC”, destacó.
Vigencia
El T-MEC originalmente tiene vigencia hasta 2036; la cláusula de revisión o “sunset” en el capítulo 34, artículo 34.7 indica que la Comisión de Libre Comercio llevará a cabo una revisión del funcionamiento en el sexto aniversario de su entrada en vigor que se cumple en julio de 2026 donde las partes podrán hacer recomendaciones.
Las partes son responsables de manifestar por escrito si desean o no continuar con el tratado por 6 años más del plazo establecido en un inicio, por lo que la salida unilateral de una de las partes siempre es una posibilidad.
En caso de que las tres partes acuerden continuar con el T-MEC hasta 2042, se llevará a cabo otra revisión en 2032 cumpliendo con la revisión sexenal establecida en la cláusula de revisión.
Si en 2026 no se llega al consenso de continuar con el T-MEC, las partes deberán llevar a cabo revisiones anuales hasta el año 2036 que fue la vigencia establecida en su entrada en vigor.
Imagen portada: MILENIO