El director general del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), Octavio Romero Oropeza, afirmó que su principal objetivo será abatir el déficit de vivienda en el país, y adelantó que para ello el Plan Nacional de Vivienda contempla una segunda fase de hipotecas congeladas, entre aquellas que por malas decisiones en administraciones anteriores, se volvieron impagables para los derechohabientes; informó MILENIO.
En entrevista con MILENIO, indicó que dicho plan es revisado al menos dos veces al mes junto con la presidenta Claudia Sheinbaum.
¿Cuántas familias se beneficiarán?
“En este caso, son cuatro millones de familias, porque hay cuatro millones de créditos que estaban en estas condiciones. Congelamos dos millones el 11 de noviembre y vamos por dos millones más en diciembre. Vamos por todo el universo de deudores que están en esta condición”, explicó.
“Estamos haciendo una campaña para invitarlos a que se acerquen a las oficinas del Infonavit, a los centros de servicio, para ahí sí ya puntualmente con los deudores irles resolviendo”, sostuvo.
El funcionario explicó que hay muchos que cayeron en cartera vencida porque no podían pagar, otros que hicieron algún tipo de renegociación.
“Y eso ya no permite el beneficio automático, sino que hay que tratarlo de manera individual, pero de todas maneras con la finalidad de que tengan un beneficio adicional y que puedan realmente pagar su crédito y hacerse con su propiedad”.
Beneficios esperados
Romero Oropeza comentó que en sus visitas a municipios platica directamente con los afectados que vieron hasta quintuplicar su deuda, pero que ahora tendrán beneficios como reducción de intereses y mensualidades.
Adelantó que una vez que se avale en el Congreso de la Unión entrará en operaciones la constructora del Infonavit, que gracias al trabajo de los tres niveles de gobierno con la donación de predios, iniciará la construcción de un millón de casas dignas en zonas urbanas para jóvenes, jefas de familia y adultos mayores.
—¿Cómo se está poniendo en marcha el Plan Nacional de Vivienda?—
“La presidenta Claudia Sheinbaum nos instruyó atender el problema que hay de vivienda en el país con la construcción de un millón de viviendas desde el Infonavit, esto implica que vamos a tener nuestra propia constructora.
“De ese millón de viviendas, 500 mil van a ser para nuestros derechohabientes y 500 mil para el gobierno federal, para la población abierta (…) Es un reto muy importante, y lo que se busca con esto es reducir el déficit de viviendas.
“Al mismo tiempo, por los 90´s, alguien diseñó créditos que se convirtieron en impagables. Todo el mundo conoce lo que son los créditos hipotecarios: uno saca una cantidad de dinero en préstamo, durante el primer año paga intereses y hace amortizaciones al capital. Normalmente en los primeros años se pagan mucho más intereses que capital, pero lo poco que se va pagando de capital implica que disminuye el saldo de la deuda original. Y así, durante el tiempo que dure el crédito, 20 o 30 años, al final uno termina pagando 100% de su deuda.
“En este caso, los créditos que se diseñaron en esa época cobraban intereses, amortización de capital, lo cual hubiese sido muy bueno, excepto que a alguien se le ocurrió que había que cobrarles al final del primer año y de todos los años el incremento que había tenido el salario mínimo.
“Entonces ese incremento mataba la amortización de capital que ya se había hecho, se la comía completamente y no solo se la comía, sino que incrementaba la deuda. De manera que si alguien sacaba 500 mil pesos y amortizaba 20 mil, en lugar de arrancar el segundo año con 480, podía arrancar el segundo año con 520. Y el tercer año con 520. Y se iba incrementando de manera progresiva la deuda a grados verdaderamente irracionales.
“Hicimos una corrida a 30 años con un crédito de 250 mil pesos, que a los 30 años ya debían más de un millón 300 mil pesos, sin haber pagado la casa, o sea, no sólo no pagaron, sino que su deuda se incrementó a cinco veces.
“Entonces, la doctora Sheinbaum nos instruyó terminar con esa injusticia, y lo que hicimos en primera instancia es congelar los créditos, que ya no sigan creciendo de esta manera, y al mismo tiempo otorgar beneficios adicionales a los deudores.
“¿Cuáles son estos beneficios? Bajar las tasas de interés, disminuir las mensualidades que también se fueron incrementando y o disminuir el saldo que en la fecha ya tengan, de manera que ya el deudor quede en condiciones de poder pagar y de poder ser dueño de su casa al finalizar el crédito”.
—En sus visitas a campo, ¿Cómo ha recibido la población este beneficio?—
“Se quedan primero azorados, luego se emocionan cuando uno les informa, cuando les dice que van a haber beneficios adicionales. Y pues la gente es muy agradecida, pero es nuestra obligación.
“Hicimos una visita a un fraccionamiento en Pomoca, en Nacajuca, Tabasco. Es de los más emotivos, porque llegamos a la casa de un matrimonio de adultos mayores y me enteré que ambos tienen un problema de visión, y les comento a ellos: ‘tú tienes derecho a que se cancele tu crédito. Y ya estamos tramitando la cancelación’.
“Ahorita no pagan nada y le estamos tramitando la cancelación del crédito. Y bueno, dentro de la tristeza y dentro de la desgracia por la que atraviesa esta familia, pues es como una especie de bálsamo a la herida”.
—¿Cuánto es el déficit de vivienda que hay en el país?—
“Casi 8 millones de viviendas en el país, sobre todo viviendas de interés social, de los que menos ganan.
“Desde hace muchos años se dejó de construir o se construye muy poco vivienda para gente que tiene poco ingreso, sobre todo los que están entre uno y dos salarios mínimos, no hay vivienda.
“Aquí en el Infonavit hay millones de derechohabientes que podrían venir para adquirir una vivienda. El problema es que no hay vivienda que comprar. Es como oro en el infierno.
«Se tiene la posibilidad de adquirir el crédito, pero no hay nada que comprar. Entonces, ese sector de vivienda ha sido abandonado y es el que nosotros pretendemos cubrir con el millón de viviendas.
“Y todo lo que tiene que ver con vivienda media y superior en precio, la iniciativa privada lo ha venido haciéndolo y lo va a seguir haciendo”.
—¿Ha sido un sector olvidado por las inmobiliarias?—
“Años atrás las inmobiliarias construían unidades habitacionales distantes de las ciudades, sin servicios, sin agua, sin luz eléctrica, sin transporte, sin cercanía con las escuelas, con los comercios, con los hospitales.
«Para una persona eran tres, cuatro horas de trayecto, lo que significaba regresar a dormir, y perder calidad de vida.
“Mucha gente dejó esas viviendas, las abandonó, fueron ocupadas por un tercero de las personas que tenían necesidad y que se metieron.
“Ahora la Presidenta nos está planteando es que ese millón de viviendas se construyan dentro de las zonas urbanas, dentro de la ciudad, o en las periferias de las ciudades, es decir, en lugares donde tengan todos los servicios y tengan acceso a todos los comercios, escuelas, hospitales, transporte, y además que sean viviendas dignas, bien hechas, con espacios, con áreas verdes, parques, jardines, andadores.
“Es decir, que cambie ese concepto de un panal de abejas, por algo muy digno”.
—¿Cuándo van a empezar con esta construcción de estas viviendas?—
“Estamos a la espera de un cambio constitucional, porque el Infonavit no puede constituir, ni adquirir suelo, incluso rentar. Eso implicó un cambio constitucional, ya se hizo. Ahora viene un cambio de las leyes secundarias a la ley del infonavit, ya para aterrizar el tema de la construcción.
“Creemos que antes de que finalice el año podría estar ya la empresa en condiciones de arrancar a partir de enero”.
—¿Si hay espacios en la Ciudad de México o en las grandes ciudades para construir estas casas dignas?—
“Es un reto importante, pero aquí viene lo importante también de un programa prioritario para la Presidenta, puesto que de manera personal, se reúne con nosotros mínimo cada 15 días de veces, ya sea en las mañaneras o en las giras por los estados, nos pide rendición de cuentas, y dentro de esta dirección que lleva ella en el Programa Nacional de Viviendas está el de solicitar los terrenos que son propiedad de los estados, de los municipios para que también participe todo el sector gobierno aportando terrenos, cuidando absolutamente todos los aspectos ambientales, urbanos y de servicios.
“Al arranque vamos a iniciar con donaciones de estos terrenos, con estos convenios con los estados, municipios y la Federación.
“Posteriormente, viene la parte de conseguir más suelo, porque no va a ser suficiente para el millón de casas. Sin duda el tema del suelo va a ser un tema, el reto más difícil”.
—¿Tiene una proyección de disminución de este déficit de viviendas?—
“Estamos también hablando con las constructoras, para que oferten un mayor número de viviendas porque el Infonavit tiene la capacidad de otorgar estos créditos y pues la gente tiene necesidad de las casas.
“Entonces, la idea es que la iniciativa privada siga ofertando un mayor número de viviendas y el gobierno de igual manera y logremos atemperarlo (sic) de manera muy importante”.
Imagen portada: Araceli López / MILENIO