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Alberto Chimal presenta su libro ‘Cartas para Lluvia’

El escritor Alberto Chimal habla con MILENIO sobre Cartas para Lluvia (Akal Infantil), un libro con ilustraciones de Isidro R. Esquivel que narra la historia de una niña que vive con su mamá, mientras recibe cartas con las increíbles aventuras de su papá; informó MILENIO.

¿Cómo enfrentas la experiencia de escribir para niños?

Es una experiencia más complicada en algunos aspectos que escribir para adultos, pero también es una experiencia que puede ser muy gozosa y estimulante, porque no se trata de quitarle o de simplificar cosas; al contrario, se trata de agregar como ideas o formas de tratar a los personajes y al argumento, que sirvan para que estén más cercanos a la experiencia de quién va a leer, que son los niños y las niñas: personas en una etapa distinta de vida, una etapa en la que están descubriendo el mundo y en la que el pasado es muy pequeño. Entonces, hay que tomarlo en consideración a la hora de escribir.

¿El lenguaje es una parte importante?

Sin duda, a partir del lenguaje de todos los días, igual tiene que tomar en cuenta que lo que le interesa a una persona adulta, no le va a interesar a una persona en la infancia, y por eso hay que enfatizar en diferentes cosas; hay que acercarse más a la experiencia que están pidiendo los propios lectores, los niños, e implica decir las cosas de otra manera y hay otras que debemos subrayar.

¿Cómo abordaste el tema del padre ausente?

Es algo que estamos viviendo de distintas formas y en México, por ejemplo, ha ocurrido desde hace muchísimo tiempo. Tenemos toda clase de familias diversas, como las llamamos ahora, que no corresponden al modelo convencional y es importante asomarse a las causas que ocurren en estas familias y al hecho de que una familia como ésta, puede perfectamente, si va bien, si tienes suerte, proveer a los niños y a las niñas de afecto y de cuidados

En la novela, tanto Lluvia como su mamá se enfrentan con prejuicios del mundo que las rodea, pero finalmente, su forma de vivir no es menos válida, ni menos capaz de satisfacer sus necesidades que las de una familia nuclear.

¿Qué rol jugó la literatura de la imaginación en el libro?

El libro viene de dos lugares, de dos ideas. Uno es que el personaje de lluvia que me vino como de un sueño de hace muchos años y siempre había querido hacer algo con ella como protagonista, por otra parte, están los viajes del papá, que son un poco un repertorio de cosas que me interesan, de imágenes que me gustan y creo que algo que tiene este libro, por lo menos para mí, es que puede ser, digamos, gozoso, interesante… igual como una representación de la vida de personas y como una colección de historias fantásticas. Mi intención era como juntar ambos mundos.

Lluvia recibe misteriosas cartas de su papá ausente, quien se encuentra de viaje en lugares fantásticos muy lejanos, donde criaturas sorprendentes y paisajes únicos cobran vida.

¿Es una historia personal?

Me gustó mucho, es como la posibilidad de recobrar un poco, no solamente la experiencia que conozco con ciertos tipos de familia no convencional, también habla de mi propia experiencia, aunque no sea un libro autobiográfico de ninguna manera, pero hay partes del comportamiento de algunos personajes y de las actitudes que provienen de mi experiencia.

¿Por qué?

Yo crecí en una familia que estaba compuesta principalmente por mujeres, una de esas familias muégano, generaciones distintas que viven bajo un mismo techo y son principalmente las mujeres quienes se encargan de todo y tienen que hacerlo a falta de una figura paterna. Por eso, para mí, también era muy importante hacer un cierto homenaje a esa parte de mi propia vida y a las personas que nos criaron con afecto y con cuidados.

¿Qué quieres provocar con Cartas para Lluvia?

No es un libro didáctico. La narrativa en general sirve para eso, para de alguna manera traspasar experiencias propias, a veces directamente, a veces disfrazadas o modificadas, de alguna manera para que puedan encontrarse con otras personas; es una forma de intercomunicación, de telepatía, probablemente la única que vamos a tener, una forma de ampliar nuestro contacto humano.

Las ilustraciones de Isidro R. Esquivel son sobresalientes.

Me emocionan mucho las ilustraciones de esta edición, porque es un estupendo ilustrador y en el libro se lució. Los mundos fantásticos que se inventa, las imágenes, personajes y los seres extraños que de pronto solo ves en una esquina de la página y que no están mencionados en el texto, no te dicen nada, pero te hace preguntarte: «¿qué es esto?, ¿quién es?», es una gran labor.

¿Qué otros temas te gustaría tocar en la literatura infantil y juvenil?

No tengo tantos libros infantiles, tengo un puñado, alguno sobre el tema de la muerte, la fraternidad, la empatía y sobre la búsqueda del propio ser, de una identidad, claro, entre un montón de otras cosas. Pero me gustaría hacer un libro que fuera un poco una novela de crecimiento, de cómo un niño va experimentando y madurando a lo largo de los años, y también hacer libros para lectores muy pequeños, ilustrados, donde se pudiera de alguna manera celebrar la amplitud del mundo, que es algo de lo más gozoso y de lo más impactante para niños y niñas muy pequeños.

¿Te gustó volver a ser niño?

Sí, sinceramente creo que no les vendría mal a los lectores de edad adulta de vez en cuando darse una vuelta por libros para niños, para acordarse, para refrescar su propio recuerdo de su infancia… No les vendría nada mal.

¿Es importante fomentar la lectura entre los niños?

Sí, por supuesto, creo que es muy importante y es lo que hay que estar haciendo todo el tiempo, porque seguimos adelante, como sociedad, como especie; todo lo que una generación ha aprendido tiene que legárselo a las que vienen, incluyendo el gusto y esa fascinación por la lectura.

Imagen portada: Wendy Vega / MILENIO

Fuente:

// Con información de Milenio

Vía / Autor:

// Staff

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Autor: lostubos
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