Amigo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara desde hace años, el rocanrolero Jaime López (Tamaulipas, 1954) regresa a la edición 2024 no con canciones, sino con el libro Paramecio y el cantar de Casimiro (Katakana, 2023), donde explora el ritmo de la poesía, “un idioma universal”; publica MILENIO.
Inspirado por el poeta británico Dylan Thomas, al que compara creativamente con “un manantial”, y por “una noche de jarra” que terminó en varias horas de escritura automática, López cuenta en 213 páginas las andanzas de Casimiro, un “ciego narrando su vida”.
“Obviamente hay partes de mí, otras son exageraciones. A mí siempre me han pedido biografías y no, prefiero seguir disfrutando la vida; a veces platicando se me salen cosas biográficas, pero prefiero derivar mi biografía en ficción, eso es entretenido”, detalla a MILENIO.
Explica que la relación de persona y personaje le resulta “muy importante” porque se considera “un profesional del exhibicionismo”. Pero aclara: “Nada más en el entablado”.
“Hay que cuidar mucho al ser anónimo. Lo comparo con un boxeador: tira madrazos en el ring, pero debajo no, son considerados armas letales. Así deberíamos aprender muchos: no atosigar a la gente con los andares poéticos”.
Al igual que sus canciones, ‘Paramecio y el cantar de Casimiro’ se vale de un estilo desenfadado, que adereza las cuartetas, sextetas y décimas con humor y juegos de palabras. “No le temo a los lugares comunes, el problema es encontrar una voz personal en un lugar común”.
El haikú tiene un peso importante en el libro, reflejo de una historia familiar: “Oscar es el más chavo de los hermanos… Bueno, ya tiene 66. Pero antes en el metro había basureros y un día encontró unos libros de muy buenos autores. ¡Era un auténtico pepenador de la literatura! Y uno tenía un gran prólogo de Nuria Parés sobre el haikú”.
“Del haikú me interesó la síntesis, porque antes que nada hago canciones, que son la semilla de todos los géneros literarios. Y son materia viva, siempre están expuestas a la composición y descomposición”, afirma. Y procede a confesar que la biología es una de sus pasiones poco expuestas.
El “respeto” al haikú por parte de Jaime también influyó en el título de la obra, específicamente en la palabra ‘paramecios’: “Se refiere a un ser unicelular que contiene vida independiente o libre, una síntesis que es expansiva”.
Vuelve a mencionar a Dylan Thomas para revelar que el inglés le ha enseñado más del español que el propio español: “Se dice que la lengua inglesa es casi monosilábica, pero es muy rítmica”. Y al ver un promocional con el nombre del país invitado a la FIL 2024, España, Jaime suelta: “La mejor literatura en español se hace fuera en España”.
Al cierre de la entrevista, otro autor sale a flote: el veracruzano Manuel Maples Arce, a quien está leyendo con fervor. “Me interesa él, no el estridentismo. Tiene muchas cosas afortunadas, otras no, porque le gana un poco el sesgo ideológico, que a veces te distrae de la idea… Es lamentable que muchos grandes poetas hayan delegado su oficio a la propaganda ideológica”.
Presentación del libro ‘Paramecio y el cantar de Casimiro’
Jaime López regresa a la FIL Guadalajara, donde en 2012 se presentó junto al actor Diego Luna con una lectura dramatizada de ‘Aullido’ y en 2016 con el ensamble ‘Noche profunda’, para presentar ‘Paramecio y el cantar de Casimiro’. La cita es el domingo 1 de diciembre a las 13:00 horas, en el Salón E del Área Internacional. En el panel lo acompañan Omar Villasana, editor, y Guillermo Villasana, representante de la editorial Katakana.
Imagen portada: Ariel Ojeda / MILENIO