El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue intervenido quirúrgicamente de emergencia durante la madrugada de este 10 de diciembre por una “hemorragia intracraneal”, la cual habría sido causada por una caída sucedida en el mes de octubre.
A través de un comunicado, el Hospital Sirio – Libanés de Sao Paulo, en donde fue atendido, indicó que el mandatario se encuentra “estable”, ya que. la cirugía se llevó a cabo sin complicaciones, por lo que el mandatario «no sufrió ninguna lesión cerebral».
El hospital indicó que “Lula” fue asistido en primera instancia en la unidad médica ubicada en la ciudad de Brasilia para la realización de una resonancia magnética, la cual se practicó debido a un dolor de cabeza. Tras observarse la existencia de la hemorragia intracraneal, fue transferido a la unidad de Sao Paulo, perteneciente al mismo hospital, para drenar el hematoma.
Además, en una conferencia de prensa, los médicos que participaron en la cirugía de Lula Da Silva explicaron que el sangrado que sufrió el presidente de 79 años se produjo entre el cerebro y la membrana meníngea, por lo que descartaron complicaciones neurológicas.
Los profesionales de la salud calificaron la cirugía como exitosa, y recalcaron que el mandatario seguirá internado en cuidados intensivos, mientras culmina su recuperación.
“Se retiró el hematoma, ahora el cerebro está descomprimido; la función del cerebro está preservada” y “está libre de secuelas”, mencionaron los médicos del Hospital Sirio-Libanés, donde se mantendrá internado hasta “probablemente” el lunes de la próxima semana.
De acuerdo con información de agencias internacionales, la caída que sufrió el mandatario el pasado 19 de octubre, pudo haber provocado el hematoma, lo que impidió a Lula viajar a Rusia a la cumbre de los BRICS el pasado 22 de octubre por recomendación de su equipo médico.
Cabe señalar que en aquella ocasión, medios dieron a conocer que la caída sucedió en la bañera de la residencia oficial, el Palacio de la Alvorada, Brasilia, cuya lesión requirió de una sutura de cinco puntos.
Ante esta situación, el vicepresidente, Geraldo Alckmin, asume las funciones de la presidencia brasileña, hasta que Lula se recupere.