Por Efrén Vázquez Esquivel
Desde el año 2000, el Centro Gerontológico de San Nicolás de los Garza, actualmente bajo la dirección de Blanca Isela García Cortez, ha sido un modelo para seguir en materia de políticas públicas de atención y servicios especializados a los adultos mayores. Sin embargo, una cosa es lo que se percibe desde afuera y otra, algo distinta, lo que perciben los usuarios de estos servicios.
Probablemente debido a la falta de presupuesto para contratar instructores debidamente capacitados en el trato a los adultos mayores, ya que éstos son voluntarios y no reciben ningún pago del Ayuntamiento, excepto una mínima cooperación voluntaria mensual de los usuarios de estos servicios, algunos adultos mayores me han dicho que se sienten maltratados.
Qué bueno que los ayuntamientos de Nuevo León piensan en quienes ya formaron a sus hijos y cumplieron con su ciclo de vida laboral. Según datos del Inegi, solo 26.1 por ciento de los mayores de 60 años goza de una jubilación; así que centros gerontológicos como el de San Nicolás en el que se proporciona a los adultos mayores servicios de salud con precios accesibles, programas de actividad física, talleres de teatro, etc., son necesarios para mejorar la calidad de vida de estas personas.
Por favor, señores de la política, si realmente desean contribuir a proporcionar una vida digna a los adultos mayores, el Congreso del Estado debe acordar la asignación de una partida especial para cada municipio para este propósito.
Por señalar un ejemplo de maltrato, hace poco más de un año en el ensayo de una obra de teatro la instructora se desesperó tanto con una de las adultas mayores que, llena de ira le arrebató el libreto y lo arrojó al suelo. ¿Habrá alguien en el Congreso del Estado capaz de izar la bandera de los adultos mayores, o seguirán en disputa los intereses sectarios en torno a la distribución del gasto público?