El presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, tendrá que construir cerca de 2 mil kilómetros de muro fronterizo si cumple con su promesa de poner una barrera de seguridad en toda la colindancia que su país tiene con México; informa MILENIO.
De acuerdo con documentos de la Oficina de Rendición de Cuentas de los Estados Unidos (GAO por sus siglas en inglés), en la primera administración de Trump solo se construyeron 140 kilómetros de nuevo muro y realizaron obras de remplazo o mejoramiento en otros 596 ya existentes.
En cuanto a la actual administración de Joe Biden, se autorizó, por orden del Congreso, la construcción de al menos 32 kilómetros más. Es decir, en los últimos dos gobiernos se construyeron 172 kilómetros de nuevo muro, que se suman a los mil 52 ya existentes.
De esta manera, quedarían por construir mil 928, tomando en cuenta que la extensión total de la frontera entre Estados Unidos y México es de 3 mil 152 kilómetros.
En otras palabras, el 61 por ciento de la frontera que no cuenta con ningún tipo de protección es el trabajo que tiene por delante el magnate en su segundo periodo como mandatario de la Unión Americana.
A estos números, habría que restar las zonas donde Trump dijo que la naturaleza ya se había encargado de separar el territorio.
Sin muro
Según el mapa actualizado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, la mayor parte de la frontera que no cuenta con ningún tipo de protección es la que se ubica entre los estados de Texas, por el lado estadunidense y parte de Chihuahua, Coahuila, y pequeñas partes de Nuevo León y Tamaulipas.
En contraste, la zona de oeste de la frontera es de las más vigiladas y protegidas, principalmente entre Tijuana y San Diego, donde se pueden observar en algunos puntos hasta tres diferentes barreras, presencia policial, iluminación y cámaras de seguridad.
Y aunque el mapa ya toma como parte el territorio con muro fronterizo, hay zonas que están todavía en obra, como las que se ubican en entre McAllen y Reynosa o Río Grande y Ciudad Camargo.
También hay otra zona, ubicada en Nuevo México, donde una pequeña parte de la frontera no cuenta con ningún tipo de barrera.
Y es que, a lo largo de la historia, el gobierno estadunidense ha colocado diferentes tipos de barreras. Algunas están construidas con paneles de acero especial, otros son tubos metálicos de poco más de nueve metros de altura fijados a profundidad, y otros, sobre todo en las zonas más despobladas, apenas son mallas de alambre.
Activistas e investigadores han considerado que continuar con la construcción del muro podría afectar a la biodiversidad de la zona. Además, consideran que se violan derechos internacionales con este tipo de medidas, principalmente en perjuicio de migrantes económicos y personas que buscan refugio por violencia.
Pared muy cara
Apenas el lunes, Donald Trump se comprometió a continuar con la construcción del muro fronterizo con México, aunque se quejó de que este costará «cientos de millones» de dólares más que el primer tramo que hizo en su anterior mandato, cuando destinó más de 5 mil millones de dólares.
Sin embargo, mencionó que una opción es cambiar de materiales y, en lugar de utilizar acero, se estaría alzando un muro de hormigón.
Estas declaraciones se dieron luego de que se revelara que la administración actual de Joe Biden pretende subastar alrededor de 30 mil postes de acero que se encuentran en las zonas fronterizas de Arizona, Nogales, Tucson y Three Points.
Según un reporte de The Daily Wire, los postes empezaron a ser transportados para una subasta oficial, donde podrán adquirirse por apenas cinco dólares.
Esta información causó un alud de críticas de los conservadores, entre ellos del entrante zar fronterizo Tom Homan y del billonario Elon Musk, quienes consideraron que la decisión de llevar a cabo la subasta representa un “sabotaje” contra Trump.
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