“Vine a la mala porque me dijeron que aquí se entregó mi padre, un tal Claudio X.”
El lloriqueo por los rincones carece de fin. Claudio X. González, el júnior tóxico, impulsa la infamia en contra de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de que es títere de Andrés Manuel López Obrador, pero ese relato se destruyó en la campaña y con los 36 millones de votos que legitiman su liderazgo. Sin imaginación política, contratan a Ernesto Zedillo para hablar del “caudillo oculto”, a Ciro Gómez Leyva, babeando rabia, asegurando que AMLO no vive en La Chingada; al monero Calderón, huérfano de creatividad en sus humaredas volcánicas; a Héctor Aguilar Camín, un historiador de historietas; a Enrique Krauze, torpemente envejecido… y el coro sin el oro del chayote repitiendo los infundios. El más reciente el de Salvador García Soto inventando que la justicia, otra vez, de los Estados Unidos va contra López Obrador. Inventos, triquiñuelas, absurdos… y parricidios.
Parricida, escribe el júnior tóxico: “Hoy que la presidenta @Claudiashein presenta su muy estatista ‘Plan México’, con el acompañamiento de representantes de la cúpula empresarial, vale la pena hacer las siguientes preguntas” (¿tan estatista como los subsidios dados a Kimberley Clark en la época neoliberal?).
“¿Defenderá algún día la representación empresarial el libre mercado? ¿Mostrará consistencia y entereza en la promoción de principios fundamentales para la actividad empresarial como la democracia, la división de poderes, la autonomía del Poder Judicial y la propiedad privada? ¿Se atreverá algún día a criticar en público lo que critica en privado: el estatismo, la ineptitud, la corrupción, el derroche y la ceguera del gobierno morenista?” (con lo anterior, el parricida exhibe a su padre como un hipócrita porque en las cenas familiares critica a Sheinbaum y cuando la ve le aplaude).
“Mucho me temo que, salvo honrosas excepciones como la de Coparmex y de algunos empresarios valientes y comprometidos (los hay), la mayoría seguirá defendiendo intereses gremiales y personales más que nacionales. Su silencio y aquiescencia son reflejo del talante mercantilista que caracteriza a algunos de sus integrantes” (parricida, el niño tóxico da fe del talante mercantilista de Claudio X. González Laporte).
“Esta es otra de las cosas que deben cambiar a fondo en México; necesitamos menos concesionarios y traficantes de influencias, y más emprendedores y verdaderos empresarios…y patriotas” (el júnior exacerba su parricidio al calificar a su padre como traficante de influencias, falso empresario y antipatriota).
Claudio X. González Laporte aplaudió el Plan México, “decano del sector empresarial, dijo que es importante la unidad para lograr una revisión satisfactoria del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) en el 2026 y tener una relación positiva para México con la llegada de Donald Trump”. El júnior piensa lo contrario y desnuda con liviandad y sin pudor a su padre. El júnior tóxico, el júnior parricida.
El papá de Claudio X. González ya se rindió ante la 4T, sabe que es mejor cooperar que hacer campañas de politiquería barata.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los librosLa cicatriz del naipe(Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD.y dePosdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)
