Por Efrén Vázquez Esquivel
La senadora panista Lilly Téllez está de plácemes porque los cárteles de la droga fueron declarados grupos terroristas extranjeros por Donald Trump. Ahora, con esta declaratoria, en el momento que Trump lo decida, si no hay oposición del senado de los Estados Unidos, las fuerzas armadas de ese país podrán ingresar al territorio mexicano para combatir al crimen organizado.
¿Qué motiva a Lilly Téllez a colocarse de lado de Donald Trump, quien no se cansa de hacer declaraciones hostiles a los mexicanos y a los migrantes?
Por uno de sus mensajes en su cuenta de X sabemos que la polémica senadora deseaba desde 1999 que los cárteles de la droga fueran declarados terroristas, debido a que sobrevivió a un atentado tras realizar reportajes sobre estas organizaciones. Sin embargo, acusa de complicidad con los cárteles a los gobiernos de Andrés Manuel y Claudia Sheinbaum, no a los del PAN, que gobernaron del 2000 al 2012.
Lo anterior no obstante que el secretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, Genaro García Luna, fue procesado y sentenciado en los Estados Unidos de varios delitos como parte del crimen organizado, y que, por otro lado, hay suficientes indicios de que las actividades de García Luna no eran desconocidas de Felipe Calderón.
Esto no lo ve Lilly Téllez, pero sí, en cambio, sin pruebas, espeta a Claudia Sheinbaum: “Usted es una hija de Victoriano Huerta, una traidora que vendió la soberanía de México a los cárteles. Yo defiendo a mi patria, no a los mafiosos de Morena”.
¿Hay necesidad de esta rudeza? ¿Sirve para incrementar el número de ciudadanos en la lucha por reconquistar el poder que tuvieron los partidos que hoy son de oposición? No creo.
Afortunadamente, no todos los líderes de opinión de la oposición, columnistas y conductores de noticias de radio y TV están adoptando posturas como la de Lilly y otros. Se puede estar en contra del Gobierno, pero ante la embestida de Trump, lo racional es que haya un solo frente respaldando la postura de Sheinbaum: “México es un país libre, soberano e independiente, no acepta injerencias externas. Cooperación para combatir el crimen organizado sí, pero no intervención”.