Por Félix Cortés Camarillo
…con sus dos patitas muy abiertas al marchar”.
No, no se trata de una canción procaz de adultos libidinosos. Le sigue la E, y se trata de una canción icónica de Francisco Gabilondo Soler, a cuyo legado musical la niñez de hoy no tiene acceso. También es un prontuario de la estrategia tantas veces presumida por la señora Presidente para enfrentar las tantas veces anunciadas sanciones a México por parte del Presidente Donald Trump. Quien, contra toda predicción lógica y el decir de su próximo ministro de Comercio, “echó a andar” -nadie ha dado a conocer la mecánica día con día- el sábado pasado.
Por ahora van tres letras de esta mexicana estrategia.
Primero la A: convencer a los mexicanos que el 25% de arancel a todas las exportaciones de México a Estados Unidos no nos causará daño mayor, en virtud de tres factores. El primero de ellos es que tenemos una economía sólida y resistente a la presión que el arancel trae consigo. Esto, a pesar de que la economía de nuestro país en el sexenio inmediato precedente no logró ni la mitad del cinco por ciento de crecimiento que había prometido.
El segundo factor se llama Plan México, para el cual la señora Sheinbaum da por descontada la entusiasta participación de la iniciativa privada y el auxilio de inversión extranjera y que consiste simplemente en que los mexicanos consumamos lo que los mexicanos producimos. En un país que importa prácticamente todo lo que come y consume, desde la gasolina, es imposible lograrlo.
El tercero, y más risible, es la “unidad nacional” que la Presidente considera una realidad palpable e indiscutible. Sería muy conveniente que ella volteara a ver a las filas de su propio movimiento hecho partido, para que se entere de las luchas intestinas que ahí se están dando a la vista de todos; que le hable de unidad, fuera de cámaras y micrófonos desde luego, a Adán Augusto López y Ricardo Monreal, por ejemplo. Y no sirven los videos de manifestantes gritando “no estás sola”. Será más bien, mal acompañada
El Plan B. Probablemente se ponga en práctica este lunes, en el ficticio aniversario de nuestra Constitución, y que sigue la senda que ha tomado el gobierno de Canadá. Pagar con la misma moneda e imponer a las exportaciones de Estados Unidos a México un arancel igual al que impuso el pelipintado, el 25%. Revisémoslo un momento. El mensaje de la señora Presidente del sábado dice que ya instruyó a Ebrard para reciprocar con aranceles selectivos; como es típico en ella, todo a medias.
Ahora bien. México, Canadá y China son los tres principales socios comerciales de los Estados Unidos. Aproximadamente la mitad de lo que los gringos consumen provienen de estos tres países. Precisamente por eso, los damnificados finales de los aranceles ordenados por Trump son los consumidores gringos. Como explicó en la Mañanera el otro día Marcelo Ebrard, y ayer el primer ministro de Canadá, los precios de todo lo importado -desde los automóviles hasta los aguacates o las partes automotrices- costarán en Estados Unidos un 25% más si vienen de México o Canadá, y un diez por ciento adicional si son de China.
En el supuesto de que México le ponga el 25% de arancel a los que nosotros importamos de allá para acá, agárrense de la brocha con el precio de la gasolina, para comenzar. Y la lista es larga.
Por si fuera poco, Donald Trump -quien es famoso por ser un despiadado usurero y especulador inmobiliario- no es pendejo: al anunciar los aranceles advirtió que, si los tres países toman medidas recíprocas en su contra, el porcentaje se incrementará. Ahora, si por alguna improbable casualidad la señora Sheinbaum decide NO imponer aranceles a las importaciones gringas, como por otra parte establece el T-MEC próximo a revisión y probable muerte, no solamente detendría el tremendo incremento a los precios con una inflación casi argentina, sino que mediáticamente -y de eso se trata esta comedia- asumiríamos el justo papel de víctimas de un orate en la Casa Blanca. Políticamente, un triunfo. Que pudiera activar reacciones en otros actores de la escena económica mundial.
Plan C. Desde luego, el alfabeto castellano tiene 27 letras para solaz y esparcimiento de la clase política mexicana. El resto de mis paisanos sabe que en el plan C no nos queda otra cosa que rezarle a la Virgencita de Guadalupe.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (porque no me dejan entrar sin tapabocas): Dos noticias frescas, un solo mensaje. Estados Unidos lanzó un ataque aéreo contra el ISIS (esto es the Islamic State of Irak and Syria, una organización calificada de terrorista) en territorio de Somalia. Los carteles mexicanos del narco son considerados organizaciones terroristas. Por otro lado, el duro halcón secretario de Estado, Marco Rubio llegó a Panamá. Nos lo dejo de tarea. Sinaloa y el Canal están en la mira. Trump no miente. Cumple.
