Por Efrén Vázquez Esquivel
Los jueces, empeñados en echar abajo la reforma al Poder Judicial, vieron una luz de esperanza en la declaración calumniosa y flamígera del vocero de la Casa Blanca, quien acusó al Gobierno de México de colusión con los cárteles de la droga. Inmediatamente, a través de la Jufed, sentenciaron que para evitar a los criminales infiltrarse en el PJF se debe cancelar la elección de jueces.
Se pensaba que en la primera conversación entre Trump y Sheinbaum surgiría la exigencia de que el Gobierno de México garantice la “independencia del Poder Judicial”, lo que desmoronaría la reforma mencionada.
Lo que no imaginaron es que Sheinbaum, tenida por la oposición como “la encargada de la oficina de la Presidencia”, mostraría al mundo cualidades de estadista por haber podido defender y negociar los intereses de todos los mexicanos con Donald Trump.
Tampoco imaginaron que la política exterior de Trump, con su nacionalismo rancio, aislacionista, excluyente e intervencionista, unificaría mucho más a los mexicanos en torno a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Esta unificación se debe a que, sin importar ideologías partidistas, los mexicanos reconocen que el único narcogobierno fue el de Felipe Calderón, razón por la cual Genaro García Luna cumple una condena de 38 años. Además, los mexicanos tienen claro que solo hay pruebas contra el narcogobierno de Felipe Calderón, y que la generalización de narcogobierno se usa para presionar a Sheinbaum.
Enhorabuena los opositores del Gobierno de Sheinbaum, porque saben en qué momentos hay que cerrar filas. Y mi más profunda aflicción por los desarraigados integrantes del PJF, que esperan ansiosos que Donald Trump les haga el milagro para echar abajo la reforma judicial.
El caso paradigmático de los apátridas, similar a los conservadores del siglo XIX, es el del juez Marco Antonio Beltrán Moreno, quien por medio de un video pide al gobierno de Washington que intervenga en México para derrocar la “dictadura de Morena”. La hipótesis se confirma: en estado de “normalidad” del Poder Judicial la toga engaña, pero en tiempos de crisis el juez se muestra tal cual es.