Es impactante ver una obra creada por Jorge Santana que representa una página de Google. Es que él busca nuevas expresiones artísticas. La dimensión de esta es de 2.5 metros cuadrados y está elaborada con más de 4 mil corcholatas de cerveza.
Historiador del arte, poeta, ensayista, pintor, artista multidisciplinario, Santana presenta esta obra junto con otras 30 en la exposición Pantalla pintada, que desde este fin de semana se ve en la librería Rosario Castellanos; publica MILENIO.
“Esta serie de pinturas tiene mucha fantasía de fondo porque las pantallas aparecen como una especie de escenario, lo que llaman la cuarta pared, es decir, la pantalla te habla desde adentro, con diversidad de soportes. Hay videos y algunas propuestas de animación que crean puentes entre la palabra y la obra visual”.
Dentro de las propuestas que establecen un diálogo entre la pintura y la tecnología, detalla, hay un autorretrato, “el primero que se ha creado con un código QR. Si lo escaneas te lleva a mi sitio oficial. Fue un enorme trabajo en unos estudios de imagen digital y, bueno, en la exposición hay ese tipo de cosas anárquicas, hasta un software de cine, pantallas dentro de otras pantallas y serigrafías intervenidas con lenguaje”.

¿Cuál es la base de esta exposición?
Yo estuve con ideas previas de esta exhibición, con coqueteos con los lenguajes digitales, aunque dentro de las pinturas, y un día me dije que tenía ganas de pintar estas pantallas porque estoy un poco enajenado con ellas. Hacía la comparación de los niños cuando están mucho tiempo frente a los videojuegos y cuando yo jugaba con canicas o fichas o corcholatas. Me acuerdo que me iba a acostar y veía esas cosas en mis sueños, de tanto que las había usado.
«La exposición Pantalla pintada es resultado de una investigación de mi tesis doctoral y de una primera exposición que se llamó Cyber Painting, y estoy trabajando para publicar un libro sobre el tema».
¿Por qué defines Pantalla pintada como un puente entre pasado y futuro?
Por algunas analogías, pues yo le preguntaba a la gente cuál era la última pintura que había visto. La mayoría me decía que un Pablo Picasso. Les cuestionaba en dónde lo habían visto y su contestación era que en su teléfono celular. Es más que obvio que nosotros vemos muchísimas más imágenes dentro de los dispositivos, incluidas las del arte.

«En las pantallas todo se ve plano, no se pueden apreciar las pinceladas de las pinturas impresionista, por ejemplo, entonces me dije que elevaría la lectura de las obras, así que pinté cuadros con pinceladas muy burdas, logrando piezas que pesan entre 50 y 60 kilos porque tienen entre 100 y 200 tubos de óleo».
El artista dice que hay momentos muy animados dentro del lenguaje de las pantallas, “uno no los ve porque están en el proceso de descarga y la pantalla está llena de cosas. Entonces me di cuenta de que había equivalencias con el arte antiguo y empecé a encontrar este puente, pero también esas disidencias y equivalencias que marcan a esta exposición”.
Eres autor del libro Placeres textuales, ¿cómo ligas la escritura con tu pintura?
Siempre he estado por las dos vías, entre las letras y la visualidad, entonces, ando en búsqueda de las ideas y estas caben muy bien en lo escrito. Obviamente hay ideas que acaban en pintura, pero cuando las desarrollas, nada como las palabras, por eso quise explotarlas a través de una pintura. Mi respuesta es decir siempre algo disidente, en mi opinión, la escritura es un arte de la vista, es desarmar el juguete del lenguaje para jugar con él.

Yo tengo un proyecto de programación que se llama Fábrica de poemas, donde elaboro pantallas pintadas, pero también pantallas escritas. La gente siempre piensa que la poesía es muy rimbombante y que hay que estar inspirados, pero no, todo puede ser poético, desde un saludo, una pregunta de un niño a un anciano, porque el arte finalmente no está hecho de una materia extraña a la vida, al contrario.
Imagen portada: Especial / MILENIO