Por José Jaime Ruiz
El Cártel de la Toga mantiene su correlato en El Cártel del Chayote: minimizar la complicidad delincuencial del Poder Judicial y sobredimensionar las acciones de Estado del Ejecutivo y el Legislativo; sin sutilezas, intentar deteriorar la gestión y administración pública. Como nunca en México, sin embargo, la percepción es la realidad. Percepción: 85 por ciento de aprobación del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo; realidad: 350 mil ciudadanos en el Zócalo apoyando el Segundo Piso de la Cuarta Transformación de la vida pública del país. La opinión publicada no es la opinión pública. Comentócratas y banalistas, voceros de la derecha fallida, se quedaron con minúscula audiencia, sin público, perdieron su línea de flotación y naufragan en el mar de las mentiras, fakenews, la posverdad y la calumnia.
La prensa carroñera y las hipócritas campañas negras serán puestas en su justa dimensión porque dato mata relato. La Mañanera del Pueblo se edifica como contrapeso de las maniobras y montajes de la derecha que necesita provocar la sensación de incertidumbre social para avanzar en sus metas reaccionarias, sobre todo en la red X (Twitter). A las campañas negras no solamente hay que desnudarlas y denunciarlas, también aplicarles el peso de la ley si incurren en delitos, también a los vándalos incrustados en las auténticas manifestaciones del feminismo o las madres buscadoras.
Los jilguerillos de la derecha se olvidaron de los pactos de silencio acordados con Felipe Calderón y Genaro García Luna. El Cártel del Chayote se quedó en simples pollos pelones a los cuales el gobierno de la 4T no les echa su maiz, para recordar la frase porfirista. El chayo les viene de otro lado, sobre todo de personajes oligárquicos gerenciados por Claudio X. González y la derecha internacional con sede en Madrid impulsada por quien en el futuro será procesado por sus crímenes, Felipe Calderón Hinojosa.
Los jilguerillos exponen los intereses de sus patrones, no se mandan solos. La componenda del conservadurismo resintió que desde la 4T ya no se puedan hacer negocios a través de sus extensiones mediáticas. Ninguna empresa vive de sus periódicos sino de los negocios alternos que su influencia proporciona, por eso no se pretende el periodismo sino la manipulación. Nombres y apellidos de algunos manipuladores para acabar con la ingenuidad: Juan Francisco Ealy Ortiz de El Universal; Alejandro Junco de Reforma; Olegario Vázquez Aldir de Grupo Imagen; Jaime Azcárraga de Radio Fórmula; Emilio Azcárraga Jean de Televisa; Ricardo Salinas Pliego de TV Azteca; Roberto Madrazo de Latinus…
Los jilguerillos no se mandan solos, reproducen los intereses de sus patrones. La lista es extensa, pero vale la pena mencionar a aquellos silenciados por Calderón-García Luna porque dejó de ser válida la máxima del clásico (la prensa no se vende, se alquila) porque después de los estropicios del populismo y el neoliberalismo, por fin nos encontramos ante un Nuevo Régimen que separa acuciosamente el poder político del poder económico y de sus extensiones mediáticas-ideológicas. El último golpe al sistema neoliberal oligárquico es la reforma democrática al Poder Judicial que, como seguimos viendo, está supeditado a la delincuencia de cuello mugriento (Salinas Pliego) y a la delincuencia organizada (la libertad del “Chuy”, lugarteniente del CJNG).
Los intelectuales orgánicos de la derecha, como el súbdito de Felipe VI, Enrique Krauze, y el extraviado Héctor Aguilar Camín y sus posts beodos, perdieron piso e influencia. La derecha está incapacitada para la autocrítica, no está en su ADN. Incumplen la sugerencia perentoria de Octavio Paz, la verdadera crítica empieza por ser una autocrítica. León Krauze exalta a la clasista y antimexicana Cayetana Álvarez de Toledo. El del salario mísero, Guillermo Sheridan, se conforma con una portada en Letras Libres y se desfigura con textos anodinos en El Universal.
Los jilguerillos de la derecha fallida, aquellos de entonces, siguen siendo los mismos: Javier Alatorre, José Cárdenas, Jorge Fernández Menéndez, Ciro Gómez Leyva, Leonardo Curzio, Pedro Ferriz de Con, Oscar Mario Beteta, Joaquín López Dóriga, Leo Zuckerman, Chumel Torres, Azucena Uresti, Raymundo Riva Palacio, Pablo Hiriart, Carmen Aristegui, Anabel Hernández, Denise Dresser, Manuel López San Martín, Carlos Loret de Mola y no pare de contar.
Ya decía Ryszard Kapuściński que el periodismo no puede ser ejercido correctamente por nadie que sea un cínico: “Algo muy distinto es ser cínicos, una actitud incompatible con la profesión de periodista. El cinismo es una actitud inhumana que nos aleja automáticamente de nuestro oficio, al menos si uno lo concibe de forma seria… Quien decide hacer este trabajo y está dispuesto a dejarse la piel en ello, con riesgo y sufrimiento, no puede ser un cínico”.
Como el montaje de “Los Ardillos” de Loret de Mola, ahora convenientemente la derecha difunde otro video donde presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación aseguran que en torno a Teuchitlán hay una “historia de terror”, se lanzan en contra de las madres buscadoras y “coinciden” con la narrativa del gobierno. Esta historia, estos montajes, ya los vimos antes. Al escalar su enfrentamiento con el gobierno de Claudia Sheinbaum, la derecha se expone a ser investigada. Se trata de desinformar y crear incertidumbre, prolongando la farsa de “narcogobierno”. Frente la especulación, la evidencia; ante la calumnia, la investigación de Estado con inteligencia policiaca y militar.
El centro de desestabilización de México, su impulso, se trasladó de Washington a Madrid donde residen Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón y Enrique Alfaro (tan cercano al CJNG), la derecha hispanoamericana y Atlas Network, la empresa digital orgánica a la familia Salinas Pliego. El nado sincronizado desafina, la orquesta del Titanic de la derecha se hunde, pero siguen tocando la sinfonía de sus calumnias.
(José Jaime Ruiz: Escritor, poeta y periodista, es autor de los libros La cicatriz del naipe (Premio Nacional de Poesía “Ramón López Velarde”), Manual del imperfecto político, Caldo de buitre y El mensaje de los cuervos. Es director fundador de la revista cultural PD. y de Posdata Editores. Dirige el periódico digital www.lostubos.com.)