Por José Jaime Ruiz
No es casual que la atmósfera previa a la democratización del Poder Judicial esté enrarecida por la oligarquía y sus brazos mediáticos. La transformación de Andrés Manuel López Obrador, legitimada ampliamente por la ciudadanía, sólo se podrá cumplir cuando el voto popular imponga jueces y magistrados. La reforma judicial impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo acabará paulatinamente con este país de privilegios para convertirlo en un México de derechos.



