La derecha a secas y la derecha que no se atreve a decir su nombre coinciden: la elección judicial fue una farsa, pero esa conclusión no parte del pensamiento analítico sino de razonamientos débiles que se caracterizan por ser poco sólidos: “LA PRESIDENTA presumió que el domingo votaron 13 millones de personas, y lo comparó con la votación de 2024, al decir que fue mayor que lo que recibieron los partidos de oposición. Pero… dejó de lado que Morena y sus aliados obtuvieron hace un año 35 millones de votos. Entonces, ¿dónde quedaron los 22 millones que esta vez no la apoyaron?” (“Templo Mayor”, periódico Reforma).



