Por José Jaime Ruiz
Las manifestaciones del fin de semana en los Estados Unidos demostraron el poder de los inmigrantes y, desde la geografía y la demografía, mostraron que nosotros los necesitamos más a ellos que ellos a nosotros. En la retórica de la distancia es paupérrimo decir que son nobles y honestos trabajadores, y que nunca los dejaremos solos. Históricamente, los hemos dejado solos y, por el contrario, ellos siempre nos han acompañado, las imprescindibles remesas son la mayor evidencia. El eslogan “No Kings” se asume desde los inmigrantes latinos, pero sobre todo da cuenta, simbólicamente, de la emancipación de las 13 colonias y no es sorpresa que las protestas se concentraran en la costa Este y bajaran geográficamente desde Nueva Inglaterra.



