AQ investigó en la inteligencia artificial, a través de Manus, cuál es la reforma electoral que le conviene a México. Es un diseño de un proyecto de reforma electoral eliminando los diputados y senadores pluris y adoptando un sistema de representación proporcional integral. La respuesta suma alrededor de 60 páginas, aquí el resumen.
Resumen Ejecutivo
El presente proyecto propone una reforma integral al sistema electoral federal mexicano que elimina completamente los diputados y senadores plurinominales, sustituyéndolos por un sistema de representación proporcional que respeta plenamente la soberanía de las 32 entidades federativas. La propuesta busca resolver las tensiones inherentes entre el presidencialismo mexicano y un sistema legislativo más representativo, mediante un diseño institucional que combina proporcionalidad democrática con gobernabilidad efectiva.
La reforma propuesta mantiene 500 diputados distribuidos proporcionalmente entre las entidades federativas, garantizando un mínimo de representación para todas ellas, y reduce el Senado a 96 miembros eliminando los 32 senadores plurinominales. El sistema propuesto mejora significativamente la proporcionalidad (desviación promedio de 0.27 puntos porcentuales) mientras preserva el carácter federal del Congreso y facilita la gobernabilidad mediante mecanismos institucionales complementarios.
Las principales ventajas del sistema incluyen: eliminación de la representación sin base territorial, simplificación del proceso electoral, mejor correspondencia entre votos y escaños, fortalecimiento del federalismo, y reducción de costos. Los principales riesgos identificados son la posible fragmentación partidista y la necesidad de desarrollar una cultura política de coalición para mantener la gobernabilidad en un contexto presidencial.
La implementación requiere reformas constitucionales a los artículos 52, 53, 54 y 56, así como modificaciones a la legislación electoral secundaria. Se recomienda una implementación gradual en un período de 6 a 9 años, con desarrollo paralelo de mecanismos institucionales que faciliten la cooperación entre poderes y la formación de coaliciones legislativas estables.
Proyecto de Reforma Electoral Federal Mexicana: Hacia un Sistema de Representación Proporcional Federativo
Autor: Manus AI
Fecha: agosto 2025
Versión: 1.0
El nuevo sistema de representación proporcional federativo se fundamenta en cinco principios rectores que buscan resolver las deficiencias identificadas en el sistema actual mientras preservan y fortalecen los elementos positivos de la democracia mexicana. Estos principios constituyen el marco conceptual que orienta todas las decisiones de diseño institucional y proporcionan coherencia al conjunto de reformas propuestas.
5.1.1 Principio de Federalismo Integral
El primer principio rector establece que todos los representantes en el Congreso de la Unión deben tener una vinculación territorial específica con alguna de las 32 entidades federativas, eliminando completamente la representación “nacional” sin base territorial. Este principio responde a la naturaleza federal del Estado mexicano y busca fortalecer la función representativa del Congreso como expresión de la diversidad territorial del país.
La aplicación de este principio implica que cada diputado y senador debe ser electo en una entidad federativa específica y debe rendir cuentas ante los ciudadanos de esa entidad. Esto fortalece la vinculación entre representantes y representados, mejora la capacidad del Congreso para atender las necesidades específicas de las diferentes regiones del país, y preserva el carácter federal de las instituciones legislativas.
El principio de federalismo integral también implica que las entidades federativas deben tener garantizada una representación mínima en ambas cámaras del Congreso, independientemente de su tamaño poblacional. Esta garantía es fundamental para preservar el equilibrio federal y evitar que las entidades más pobladas dominen completamente la representación nacional.
5.1.2 Principio de Proporcionalidad Democrática
El segundo principio rector establece que la composición del Congreso debe reflejar de manera proporcional la voluntad popular expresada en las urnas, minimizando las distorsiones en la conversión de votos en escaños. Este principio busca garantizar que todas las fuerzas políticas con apoyo ciudadano significativo tengan representación en el Poder Legislativo.
La aplicación de este principio requiere el uso de fórmulas matemáticas que garanticen la proporcionalidad tanto a nivel nacional como dentro de cada entidad federativa. Esto implica la adopción de métodos de asignación que minimicen las desviaciones entre el porcentaje de votos obtenidos por cada partido y su porcentaje de representación en el Congreso.
El principio de proporcionalidad democrática también implica el establecimiento de umbrales electorales que eviten la fragmentación excesiva del sistema de partidos, pero que no sean tan altos como para excluir a fuerzas políticas con apoyo ciudadano genuino. El equilibrio entre inclusión y gobernabilidad es fundamental para el funcionamiento efectivo del sistema democrático.
5.1.3 Principio de Simplicidad y Transparencia
El tercer principio rector establece que el sistema electoral debe ser comprensible para los ciudadanos y transparente en su funcionamiento, eliminando la complejidad innecesaria que caracteriza al sistema actual. Este principio responde a la necesidad de fortalecer la legitimidad democrática mediante la comprensión ciudadana del proceso electoral.
La aplicación de este principio implica la eliminación de las circunscripciones plurinominales y la simplificación de los procedimientos de asignación de escaños. El nuevo sistema debe permitir que los ciudadanos comprendan claramente cómo su voto se traduce en representación y cómo se integra el Congreso después de cada elección. El principio de simplicidad y transparencia también requiere que los resultados de la elección sean conocidos en un plazo razonable después del cierre de las casillas, evitando los períodos prolongados de incertidumbre que caracterizan actualmente la asignación de plurinominales.
5.1.4 Principio de Gobernabilidad Democrática
El cuarto principio rector establece que el sistema electoral debe facilitar la formación de mayorías legislativas estables que permitan la gobernabilidad efectiva, sin sacrificar la representación de la diversidad política. Este principio reconoce la tensión inherente entre representación y gobernabilidad, buscando un equilibrio que preserve ambos valores. La aplicación de este principio requiere el diseño de mecanismos institucionales que incentiven la cooperación entre partidos políticos y faciliten la formación de coaliciones legislativas. Esto incluye tanto elementos del sistema electoral como reformas complementarias en el funcionamiento del Congreso y en las relaciones entre poderes.
El principio de gobernabilidad democrática también implica la necesidad de establecer salvaguardas contra la fragmentación excesiva del sistema de partidos y mecanismos que permitan la resolución de conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo sin generar crisis institucionales.
5.1.5 Principio de Eficiencia y Responsabilidad Fiscal
El quinto principio rector establece que el sistema electoral debe contribuir a la eficiencia del Poder Legislativo y a la responsabilidad en el uso de recursos públicos, eliminando costos innecesarios sin afectar la funcionalidad democrática. Este principio responde a las demandas ciudadanas de austeridad y eficiencia en el gobierno. La aplicación de este principio implica la reducción del tamaño del Senado mediante la eliminación de los 32 senadores plurinominales, lo que genera ahorros significativos en el funcionamiento del Poder Legislativo. También implica la simplificación de los procedimientos electorales, lo que puede reducir los costos de organización de las elecciones.
El principio de eficiencia y responsabilidad fiscal debe equilibrarse con la necesidad de mantener la funcionalidad democrática del Congreso, asegurando que las reducciones de costos no afecten la capacidad del Poder Legislativo para cumplir sus funciones constitucionales.
5.2 Diseño del Nuevo Sistema para la Cámara de Diputados
5.2.1 Estructura General y Distribución de Escaños
El nuevo sistema para la Cámara de Diputados mantiene el total de 500 diputados, pero los distribuye de manera completamente diferente, eliminando la distinción entre diputados de mayoría relativa y plurinominales. Todos los diputados serán electos mediante representación proporcional en las 32 entidades federativas, cada una de las cuales constituirá una circunscripción electoral.
La distribución de los 500 escaños entre las entidades federativas se basa en dos componentes: una asignación base que garantiza representación mínima para todas las entidades, y una distribución proporcional que refleja las diferencias poblacionales. Específicamente, se asignan 400 escaños mediante distribución proporcional poblacional y se reservan 100 escaños como mecanismo de equilibrio y compensación. La asignación base garantiza un mínimo de dos diputados por entidad federativa, lo que representa 64 escaños del total de 400 asignados proporcionalmente.
Los 336 escaños restantes se distribuyen entre las entidades federativas según su población relativa, utilizando la fórmula de cociente natural y resto mayor para garantizar que la distribución refleje de manera precisa las diferencias poblacionales. Los 100 escaños de equilibrio se utilizan como mecanismo de compensación para corregir desproporcionalidades que puedan surgir de la aplicación del sistema a nivel de entidades federativas. Estos escaños se asignan a nivel nacional, pero se distribuyen geográficamente en las entidades federativas donde cada partido tenga mayor votación relativa, manteniendo así el principio de vinculación territorial.
5.2.2 Fórmula de Distribución entre Entidades Federativas
La distribución de diputados entre entidades federativas sigue un procedimiento matemático preciso que garantiza tanto la representación mínima como la proporcionalidad poblacional. El primer paso consiste en asignar dos diputados a cada una de las 32 entidades federativas, lo que representa 64 escaños del total de 400 asignados proporcionalmente. El segundo paso distribuye los 336 escaños restantes según la población de cada entidad federativa. La fórmula utilizada es: Escaños adicionales por entidad = (Población de la entidad / Población nacional total) × 336. El resultado se redondea utilizando el método de cociente natural y resto mayor, que asigna primero los escaños correspondientes a la parte entera del cociente y luego distribuye los escaños restantes entre las entidades con mayores restos.
Basándose en los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, la distribución resultante asigna el mayor número de diputados al Estado de México (47), seguido por la Ciudad de México (27), Jalisco y Veracruz (24 cada uno), y Puebla (20). Las entidades con menor población, como Colima y Baja California Sur, reciben la representación mínima de cuatro y dos diputados respectivamente, más los escaños adicionales que les correspondan según su población. Esta fórmula de distribución logra un equilibrio efectivo entre representación poblacional y territorial. El análisis de proporcionalidad muestra una desviación promedio de solo 0.27 puntos porcentuales entre el porcentaje de población y el porcentaje de representación de cada entidad, con una desviación máxima de 1.73 puntos porcentuales para el Estado de México.
5.2.3 Sistema de Elección dentro de cada Entidad Federativa
Dentro de cada entidad federativa, los diputados se eligen mediante un sistema de representación proporcional con listas cerradas presentadas por los partidos políticos. Cada partido registra una lista de candidatos en orden de prelación, y los escaños se asignan según la votación obtenida por cada partido en la entidad. El método de asignación utilizado es el sistema D’Hondt, que divide la votación de cada partido entre una serie de divisores (1, 2, 3, 4, etc.) y asigna los escaños a los cocientes más altos. Este método favorece ligeramente a los partidos más grandes, lo que puede contribuir a la gobernabilidad, pero mantiene la proporcionalidad general del sistema.
Para tener derecho a participar en la asignación de escaños, los partidos deben superar un umbral electoral del 3% de la votación válida emitida en la entidad federativa. Este umbral es suficientemente bajo para permitir la representación de fuerzas políticas minoritarias, pero suficientemente alto para evitar la fragmentación excesiva del sistema de partidos.
Las listas de candidatos deben cumplir con el principio de paridad de género, alternando candidatos de diferente sexo en posiciones consecutivas. Adicionalmente, se establece que al menos el 50% de los candidatos en posiciones con posibilidades reales de resultar electos (determinadas según encuestas y resultados electorales previos) deben ser mujeres.
5.2.4 Mecanismo de Compensación Nacional
Los 100 escaños de equilibrio funcionan como un mecanismo de compensación que corrige las desproporcionalidades que puedan surgir de la aplicación del sistema de representación proporcional a nivel de entidades federativas. Este mecanismo es fundamental para garantizar que la composición final de la Cámara de Diputados refleje de manera precisa la voluntad popular expresada a nivel nacional. El cálculo de la compensación se realiza comparando la representación que cada partido obtiene a través de los 400 escaños asignados proporcionalmente en las entidades federativas con la representación que le correspondería según su votación nacional total. Los partidos que resulten subrepresentados reciben escaños adicionales de los 100 disponibles para compensación.
La asignación geográfica de estos escaños de compensación se realiza en las entidades federativas donde cada partido haya obtenido su mayor votación relativa, garantizando así que todos los diputados mantengan vinculación territorial específica. Esto significa que un escaño de compensación asignado a un partido se otorga al siguiente candidato en su lista en la entidad federativa donde tenga el mejor desempeño electoral relativo. Este mecanismo de compensación es crucial para mantener la legitimidad del sistema, ya que garantiza que ningún partido sea sistemáticamente subrepresentado debido a la distribución territorial de su votación. Al mismo tiempo, preserva el principio de federalismo integral al mantener la vinculación territorial de todos los representantes.
5.3 Diseño del Nuevo Sistema para la Cámara de Senadores
5.3.1 Reducción y Reestructuración del Senado
El nuevo sistema para la Cámara de Senadores elimina completamente los 32 senadores plurinominales, reduciendo la composición total de 128 a 96 senadores. Esta reducción del 25% en el tamaño de la Cámara Alta responde tanto a consideraciones de eficiencia fiscal como al objetivo de fortalecer el carácter federal del Senado.
La nueva composición mantiene la representación territorial de las entidades federativas mediante dos modalidades: dos senadores por mayoría relativa y uno por primera minoría en cada entidad federativa. Esto significa que cada entidad federativa tendrá exactamente tres senadores, todos con vinculación territorial específica y responsabilidad ante los ciudadanos de esa entidad.
Esta estructura preserva el equilibrio federal del Senado, ya que todas las entidades federativas tienen la misma representación independientemente de su tamaño poblacional. Al mismo tiempo, la eliminación de los senadores plurinominales fortalece la función federal de la Cámara Alta, eliminando el elemento de representación nacional que diluía su carácter territorial.
La reducción del tamaño del Senado genera ahorros significativos en términos de salarios, prestaciones, gastos de operación e infraestructura. Estos ahorros pueden destinarse a otras prioridades públicas o contribuir a la reducción del gasto público, respondiendo a las demandas ciudadanas de austeridad y eficiencia gubernamental.
5.3.2 Sistema de Elección por Entidad Federativa
El sistema de elección de senadores mantiene la modalidad actual para los senadores de mayoría relativa y primera minoría, pero elimina completamente la elección por representación proporcional. En cada entidad federativa, los partidos políticos registran listas con dos fórmulas de candidatos (propietario y suplente cada una). Los dos senadores de mayoría relativa corresponden a las dos fórmulas de la lista del partido político que obtenga el mayor número de votos en la entidad federativa. El senador de primera minoría corresponde a la primera fórmula de la lista del partido político que obtenga el segundo lugar en la votación.
Este sistema garantiza que al menos dos fuerzas políticas estén representadas en cada entidad federativa, lo que contribuye al pluralismo político del Senado. Al mismo tiempo, el sistema favorece a los partidos con mayor apoyo electoral, lo que puede contribuir a la gobernabilidad al facilitar la formación de mayorías legislativas. La eliminación de la representación proporcional en el Senado puede reducir la diversidad política de esta cámara en comparación con el sistema actual. Sin embargo, esta reducción se compensa con el fortalecimiento del carácter federal del Senado y la simplificación del sistema electoral.
5.3.3 Impacto en la Representación Política
La reestructuración del Senado tendrá efectos significativos en la representación política, tanto en términos de la composición partidaria como de la dinámica política de la Cámara Alta. La eliminación de los senadores plurinominales puede reducir la representación de partidos pequeños que actualmente obtienen escaños a través de este mecanismo. Sin embargo, el sistema de primera minoría garantiza que al menos dos fuerzas políticas estén representadas en cada entidad federativa, lo que puede resultar en una representación más diversa de lo que sugiere el análisis superficial. Partidos que no logran el primer lugar en ninguna entidad federativa pueden obtener representación significativa si logran posicionarse consistentemente en segundo lugar.
El fortalecimiento del carácter federal del Senado puede mejorar la representación de los intereses específicos de las entidades federativas, ya que todos los senadores tendrán vinculación territorial clara y responsabilidad ante los ciudadanos de entidades específicas. Esto puede resultar en un Senado más atento a las necesidades y demandas de las entidades federativas. La reducción del tamaño del Senado puede mejorar la eficiencia de su funcionamiento, facilitando la toma de decisiones y reduciendo los costos de operación. Sin embargo, también puede reducir la diversidad de perspectivas y experiencias representadas en la Cámara Alta.



