Por José Jaime Ruiz
El 9 de noviembre empieza a despejarse el tiempo nublado de la política en el tema de las alianzas. La participación de Jorge Romero, dirigente nacional del PAN en el Cuarto Informe de Gobierno de Samuel Alejandro García Sepúlveda, sería la señal del primer acuerdo público entre Movimiento Ciudadano y Acción Nacional. Romero y la estructura dirigente mantendrán su línea de separarse del PRI en elecciones nacionales (Presidencia y Poder Legislativo), pero podría llegar a acuerdos en elecciones locales (gubernaturas y alcaldías, no en congresos). También MC irá solo en comicios nacionales y evaluará acuerdos locales.
El PRIAN de Nuevo León sigue fracturado y los empleados de Adrián de la Garza y Francisco Paco Cienfuegos (los Chefos, Chales, Pérez, Policarpos) tienen que pensar a fondo lo que, pragmáticos, les conviene: aupar la candidatura de Adrián y confrontarse con la dirigencia nacional de su partido y ser, en su caso, removidos formalmente de los liderazgos acudiendo a supuestos y condiciones, como incumplimiento estatutario, omisión de procedimiento, negligencia, violación de los reglamentos internos.
Es política y, tal vez, politiquería. No se trata de ideología sino de pragmatismo cuando las diferencias se borran y llega la convergencia, como en 2018 en “Por México al Frente”. Al menos en teoría, ambos partidos buscan el fortalecimiento del federalismo y de los municipios, la división de Poderes y la autonomía municipal, están en contra de un modelo centralista. Uno podría catalogarse de “centro derecha” y el otro de “centro izquierda”. El PAN presuntamente regresa al humanismo cristiano y la democracia cristiana, MC puede catalogarse como un partido socialdemócrata, progresista y socio-liberal. El conservadurismo social del PAN defiende valores familiares tradicionales y la vida desde la concepción, por su parte MC apoya abiertamente los derechos de la comunidad LGBTTI+, la igualdad de género y la eliminación de la discriminación. Más acá de las ideologías, de las simpatías y diferencias, está el pragmatismo, es política, muchachos.
La posible alianza entre MC/PAN rompería una elección a tercios y alejaría al PRI/Adrián de la gubernatura. Antes de volver con su narrativa del PRIAN, la presidenta Claudia Sheinbaum sugirió la alianza de Movimiento Ciudadano con Acción Nacional: “Ahora ya están diciendo: ‘No, pues el PRI ya murió’, y entonces los mismos de siempre ahora están buscando cuál es la alternativa porque se quieren lavar la cara, pero representan lo mismo. Entonces ahora están buscando la alianza entre el PAN y Movimiento Ciudadano, MC/PAN”. La alianza no es posible a nivel federal, repito, en las elecciones intermedias, pero sí a nivel local para gubernaturas y alcaldías.
La candidata para la gubernatura arropada por los dos partidos sería Mariana Rodríguez Cantú y, para la alcaldía de Monterrey, Martha Herrera. Se respetarían las alcaldías panistas y colaborarían con el PAN para desplazar al PRI de sus alcaldías para entregárselas al PAN. En este análisis especulativo, la contienda aparece entre dos fuerzas, el MC/PAN y Morena. En este escenario las candidatas a vencer serían Mariana y Martha. ¿Qué candidatas o candidatos morenistas podrían hacerle frente a esta poderosa alianza que tendría el poder y los recursos del gobernador García Sepúlveda? La encuesta presidencial podría evaluar entre negativos (Clara Luz Flores, Waldo Fernández) y positivos (Tatiana Clouthier, Andrés Mijes, Judith Díaz).
Si el centralismo de la encuesta presidencial se impone, lo probable es que la candidata de Morena sea Tatiana Clouthier (teniendo en contra a la clase empresarial); si de trabajo todo terreno, Andrés Mijes (apoyado por el capitalismo social de los poderosos capitanes de Nuevo León). El 9 de noviembre aparecerá una cara de la moneda. ¿Pico o mona? ¿Águila o Sol?



