Ningún vecino de Alcobendas (Madrid) soñaba con que su localidad pudiera salir a relucir en la ceremonia de los Óscar, pero Penélope Cruz lo hizo posible hace 10 años al recoger el premio a mejor actriz de reparto gracias a su enloquecida María Elena de «Vicky Cristina Barcelona», de Woody Allen.
Mañana se cumplen 10 años de aquel hito para el cine español. Cruz fue la primera actriz española en conseguir la estatuilla, para la que ya había estado nominada dos años antes por su papel en «Volver» de Pedro Almodóvar.
Con un espectacular vestido vintage de Balmain, el pelo recogido en un moño bajo y flequillo, sobre el escenario del teatro Kodak de Los Ángeles la actriz se acordó de su pueblo -«crecí en un lugar llamado Alcobendas donde esto no era un sueño muy realista»- y de la niña que se quedaba despierta toda la noche para ver la gala.
«Siempre sentí que esta ceremonia era un momento de unidad para el mundo, porque el arte siempre ha sido y será, en cualquiera de sus formas, nuestro lenguaje universal», añadió, unas palabras que dieron la vuelta al mundo.
También se acordó de los directores que confiaron en ella en sus comienzos -Bigas Luna, Fernando Trueba o el propio Almodóvar- y de todos los españoles que se alegraban por su logro, en especial, sus compañeros actores.
Cinco actrices fueron las encargadas de hacer la entrega: Angelica Houston, Whoopi Goldberg, Tilda Swinton, Goldie Hawn y Eva Marie Saint. Sus rivales, nada menos que Amy Adams y Viola Davis, por «Doubt», Taraji P. Henson por «The Curious case of Benjamin Button», y Marisa Tomei por «The Wrestler».
Cruz se impuso con «Vicky Cristina Barcelona», uno de los filmes más taquilleros de Woody Allen, que recaudó más de 73 millones de dólares en todo el mundo con una historia cómica y romántica sobre dos amigas (Rebeca Hall y Scarlett Johansson) que durante sus vacaciones en Barcelona se enamoraban del mismo pintor (Javier Bardem).
La actriz madrileña daba vida a la «ex» del pintor, también artista, enloquecida y al borde del suicidio o algo peor, una personalidad excesiva a la que Cruz daba una dimensión cómica.
La película supuso su reencuentro en pantalla con Javier Bardem, 16 años después de «Jamón, jamón». No menos explosiva que aquella pareja de jóvenes era la que interpretaban en el filme del neoyorquino, aunque en este caso fuera una pareja divorciada que literalmente hacía volar la vajilla.
Pero si en la ficción estaban divorciados, en la vida real el filme facilitó el inicio de su relación amorosa con Bardem, su actual marido y padre de sus hijos, que precisamente un año antes se había llevado también el Óscar por «No Country for Old Men».
Ningún español ha vuelto a llevarse un Óscar desde aquel febrero de 2009, y ningún actor ha vuelto a estar nominado, pero este domingo otro nombre español, el del director Rodrigo Sorogoyen, nominado al mejor corto por «Madre», podría volver a hacer historia.