Por Obed Campos.
Las voces alzadas de las mujeres siguen in crescendo, aunque esto no parece detener a los feminicidios en el país, que se dan de costa a costa y de frontera a frontera.
Nada menos la noche de este martes fueron ultimadas a balazos mientras platicaban en una plaza pública de la zona norte de la ciudad dos jóvenes empleadas de una tienda.
Las muchachas se desempeñaban como cajeras y no hay sospechas de qué motivó el artero crimen…
Mientras tanto, las autoridades de Nuevo León andan perdidas en el espacio, salvo la titular del Instituto Estatal de la Mujer, Marta Cecilia Reyes, quién sí saca la bola del cuadro.
La burocracia estatal anda más preocupada por la novela por entregas en que se ha convertido las amenazas de acciones contra Jaime Rodríguez “El Bronco” Calderón y/o su secretario de Gobierno, Manuel González Flores, por el desvío de personal y recursos para recabar las firmas en la pasada fallida campaña presidencial de Rodríguez, que por el asunto de las féminas.
Nuestras damas alzan la voz porque se sienten a acosadas al usar el transporte público… Mientras que las promesas de un “vagón rosa” exclusivo para ellas en el Metro, quedaron en eso, en promesas pomposas.
Y ante el riesgo que significan para mujeres de todas las edades los traslados urbanos uno se pregunta, por qué las autoridades no se toman en serio las amenazas e instituyen, pero con vigor un programa de taxis rosas… Y soñando, uno de autobuses rosas.
Pero como los borrachos, rosas vemos nada más los elefantes, y eso cuando se nos pasan las copas.