Por José Jaime Ruiz.
En Nuevo León son fechas de informes de gobierno, municipales y estatal. El gobernador Jaime Rodríguez Calderón se presenta hoy ante el Congreso local a rendir malas cuentas y pésimos cuentos. Por su relevancia para el 2021, donde hay elecciones y cambio de gobiernos, tengo que seguir lo sucedido en Apodaca, donde gobierna César Garza Villarreal, quien preside también la organización de municipios priistas del país.
La clase política priista arropó a Garza Villarreal y lo perfila como su candidato para el 2021, no ven otro, aunque los empresarios se inclinen por una candidatura como la del exsecretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Ya se lo comentó Carlos Salazar, del Consejo Coordinador Empresarial, a Adela Micha en una esclarecedora entrevista donde el mismo Carlos –no le creo– se ha descartado para el puesto de gobernador.
La alcaldesa de Escobedo, Clara Luz Flores, y su político consorte, el hábil operador y talentoso estratega, Abel Guerra, se han tardado en su definición. Los priistas tradicionales ya les tomaron la medida porque han estado coqueteando con los morenistas. Para los tradicionales, ese coqueteo de la pareja con Yeidckol Polevnski y con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, equivale a traición.
¿Qué pasa si Yeidckol pierde la dirigencia de Morena? Las posibilidades de Clara Luz disminuyen. Por eso tiene qué definirse, se le está haciendo tarde. O Morena o el PRI, esperarse hasta noviembre es seguir perdiendo el tiempo (Tatiana Clouthier ya la rebasó en las preferencias morenistas y será inalcanzable si llega Mario Delgado a la dirigencia).
Mientras tanto César Garza Villarreal avanza en las preferencias de los priistas que tienen que ser incluyentes, eso que llamaban “unidad”. ¿Aceptará Alejandro Moreno a Clara Luz? Cada vez menos.
Entre los asistentes al consistorio del alcalde de Apodaca, estuvieron los exgobernadores José Natividad González Parás, Sócrates Rizzo, Benjamín Clariond. La fuerte clase política representada por Idelfonso Guajardo, Héctor Gutiérrez, Felipe Enríquez. Los exalcaldes Raymundo Flores, Lombardo Guajardo, Benito Caballero. El líder de la CTM, Ismael Flores; el líder de la CROC, Félix Coronado. El presidente estatal del PRI, Pedro Pablo Treviño. El miembro del grupo del exgobernador Rodrigo Medina, el diputado local Álvaro Ibarra…
Las grandes ausencias: Jorge Mendoza (TV Azteca), tal vez el más influyente priista en el estado por sus relaciones con la política nacional, y Rogelio Cerda, quien es el mayor operador, no electoral, sino de la política priista en Nuevo León.
Para amarrar la “unidad”, el priismo tiene no sólo que ceder, también conceder posiciones a los diferentes grupos, incluyendo al del exgobernador Medina, por tanto, la candidatura a la alcaldía de Monterrey recaería en el diputado local, Francisco Cienfuegos.
Para competir, Movimiento Ciudadano deberá mantener al senador Samuel García. El PAN deberá encontrar un candidato ciudadano creíble. Morena, en alianza con el PT, impulsará a Tatiana. El PRI, si no se acomoda la candidatura de Clara Luz Flores ni la de Ildefonso Guajardo, tiene la opción de César Garza. Y así las cosas…