Por Obed Campos
Para los que no conocen Monterrey y su zona metropolitana, si bien es cierto que el municipio de Ciénega de Flores no está considerado como “metropolitano”, por su cercanía es parte del territorio regio.
Como digo, Ciénega de Flores queda a 36 kilómetros del centro de Monterrey, rumbo al norte, por la antigua carretera a Laredo y está llena de quintas que son aprovechadas por las familias para pasar los fines de semana.
Pues bien, el hecho de que un puñado de bandidos tomaran por asalto una fiesta familiar en una de esas quintas, robaran a punta de pistola y fusil a los asistentes y luego les dispararan al menos a los hombres ahí presentes, habla del grado de impunidad que se vive en Nuevo León.
Tras los hechos un hombre murió y otro, quien por cierto fue identificado como empleado de la Fiscalía General de Justicia, se encuentra grave, porque recibió un balazo en la cabeza.
En la reunión había niños y gente de edad mayor, cosa que a los bandidos les importó muy poco.
Urge que en acto de justicia la Fiscalía actúe en este caso y de resultados prontos de la investigación.
En cristiano: urge que detengan a los bandidos y los pongan a buen recaudo.
Porque si no, creeremos lo que ya se sabe: que en Nuevo León la justicia es un mero sueño guajiro.
