El presidente sirio Bashar al-Assad felicitó a las fuerzas gubernamentales por los avances logrados en el combate a grupos extremistas en la noroeste provincia de Aleppo, pero advirtió que esos avances no concluyen su campaña antiterrorista.
El mensaje televisado del mandatario coincidió con el reporte del coordinador de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas, Mark Lowcock, quien dijo que la violencia en esa región siria «es indiscriminada».
Los centros de salud, las escuelas, las zonas residenciales, las mezquitas y los mercados se han visto afectado, agregó.
Assad emitió su mensaje la noche de este lunes por la televisión luego de que el alto mando militar sirio anunció que las fuerzas gubernamentales tienen ya el control sobre decenas de localidades en Aleppo, donde operan grupos extremistas pero también de opositores.
No significa el fin de la guerra, dijo, pero sí el preludio de la derrota total de nuestros enemigos, que será tarde o temprano, añadió.
En tanto Lowcock narró en un comunicado que «Las madres queman plástico para mantener calientes a los niños. Los bebés y los niños pequeños mueren a causa del frío», y agregó que las escuelas y muchas instalaciones de salud están cerradas.
Informó que hay una gran operación de ayuda desde Turquía, pero los equipos de los trabajadores humanitarios están siendo dañados, y ellos mismos son objeto de desplazamiento y hasta asesinados.