El gobierno de China aseguró que los medios que insultan abiertamente a su país y difunden la discriminación racial, debido al brote de coronavirus, deben «pagar el precio».
«¿La libertad de expresión implica publicar un artículo racista, discriminatorio e insultante?», se preguntó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, quien defendió en conferencia de prensa la revocación de las credenciales de prensa de los corresponsales del Wall Street Journal por una publicación del diario donde señalaban al gigante asiático como «el verdadero hombre enfermo de Asia».
«El periódico estadounidense no está haciendo nada más que eludir el tema y su responsabilidad», dijo Geng, y agregó que China tiene derecho a tomar más medidas como represalia por el editorial.
En respuesta el editor del WSJ, William Lewis lamentó la decisión de China y se disculpó por la publicación. «El periódico lamenta haber causado malestar y preocupación entre el pueblo chino», expresó en comunicado.
Los tres periodistas expulsados, Josh Chin y el periodista Chao Deng, ambos ciudadanos estadounidenses, así como el periodista Philip Wen, ciudadano australiano, no participaron en el artículo, destacó la misiva.
Ante esto, la víspera el secretario de estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, señaló que la expulsión de los corresponsales fue un «acto de censura» , agregó que los países «maduros» y «responsables» entienden una prensalibre.
Indicó en un comunicado que espera que los ciudadanos chinos disfruten del mismo acceso a la información de la que gozan los estadounidenses.