La urgencia de una ley al sistema de pensiones es tal que ésta se tuvo que dar desde que cambió el sistema en 1997, aseguró Alejandro Turner Hurtado, presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
En entrevista con Notimex, el especialista en el sistema pensionario explicó que cuando se cambió el sistema en 1997 fue para atender el problema financiero del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de las finanzas públicas del país, pero no de los pensionados.
Si bien esas modificaciones sirvieron para salvar las finanzas públicas del país, ésta fue a costa de reducir los beneficios para las pensiones de las nuevas generaciones y eso se hará latente el próximo año cuando se empiecen a jubilar las primeras generaciones Afore.
«Creo que no hay que perdernos en discusiones estériles que no llevan a nada, hay que hacer conciencia de que tenemos un gran problema, que se dará un problema social importante, la gente en edad de vejez se va incrementando año con año».
Actualmente en México, dijo, hay 8.0 por ciento de gente mayor a 60 años, para 2050 será 24 por ciento, por lo que se debe atacar esta situación, de lo contrario se tendrá una población vieja y pobre.
Mencionó que en la actualidad el gobierno federal destina cerca de un billón de pesos, casi todo lo que recauda del Impuesto al Valor Agregado (IVA), para pagar pensiones corrientes.
En 2021 se cumplen 24 años del cambio al régimen actual y con ello se tendrán las mil 250 semanas, que es el requisito mínimo para jubilarse por ese sistema, por lo que empezarán las primeras jubilaciones con el régimen Afore.
Lo que vamos a ver ese año, dijo, son dos cosas, los primeros jubilados con pensiones muy bajas, el equivalente a un salario mínimo de 1997 actualizado.
Y en segundo lugar, muchas personas que no cumplan con las mil 250 semanas, pero tengan la edad de jubilación y en consecuencia «una negativa de pensión», pues se les negará y solo se les dará un pago único de lo que tengan acumulado en su fondo para el retiro, que será una cantidad muy baja.
El especialista precisó que debido a la movilidad laboral entre el sector formal e informal que hay, muy pocas personas cumplirán las mil 250 semanas, solo lo logrará entre 20 y 30 por ciento de los trabajadores.
Esto significa, dijo, que habrá gente con pensiones mínimas, de ahí la urgencia de realizar un ajuste a la ley de pensiones, a fin de que la gente tenga mecanismos de más ahorro para el momento de su retiro.
Turner Hurtado explicó que se debe actuar ya, pues de lo contrario cada año habrá más gente grande en la pobreza.
Mencionó que existen varias propuestas, donde el IMEF tiene la propia, misma que está consensuada con la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y Consejo Coordinador Empresarial (CCE), «pero ojalá se puedan agregar más organismos».
La propuesta de reforma al sistema de pensiones del IMEF consiste en integrar todos los sistemas que hay en el país –alrededor de nueve mil sistemas de pensiones, entre municipales, estatales, universidades públicas, sector paraestatal, IMSS, ISSSTE- para que sólo exista uno, bajo una ley marco con un Instituto de Pensiones.
Explicó que en el caso del Instituto, éste debe tener funciones más allá de las que tiene actualmente la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), es decir, que supervise y regule. «Lo que proponemos es un esquema de pensiones multipilar, que tenga varios componentes que sumen todos a la pensión».
Detalló que se tendría un pilar uno (beneficio definido, como era antes), que no sea contributivo -para que la gente no aporte, sino se fondee con impuestos generales- y genere una pensión mínima universal.
Ésta, dijo, se podrá complementar con los otros pilares, el dos y el tres, que son pilares contributivos, que aporten –el trabajador, estado y empresas- pero no 6.5 por ciento, sino un porcentaje mayor, llegar paulatinamente al 15 por ciento.
Además, comentó, habría un cuarto pilar, el de ahorro voluntario, donde se incluirían los planes personales de retiro, incentivos para ahorrar, de manera personal o corporativo, los planes privados de las empresas con beneficios fiscales.
Con estos pilares se podría generar una pensión mucho mayor y resolver, de alguna manera, el problema que se tiene, argumentó el directivo del IMEF.
Precisó que esta propuesta podría aplicarse de manera inmediata «si hay la voluntad política», debido a que se cuenta con una base nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) en la cual se podría incluir a todos los mexicanos.
De acuerdo con Turner Hurtado, otro elemento que tiene la propuesta del IMEF es «evitar dar pagos únicos», en otras palabras, no otorgarle en una sola exhibición los recursos a las personas cuando no alcancen las semanas cotizadas y por ende no lograrían una pensión mínima garantizada, debido a que se gastarían su dinero y se quedarían sin pensión.
«El problema es que no habrá pensiones reales y habrá una población alta de viejos y pobres, que se traduce en un problema social», advirtió.