El Bank of America pronosticó este 2 de abril que la economía de México sufrirá en este 2020 la peor caída de su historia reciente como consecuencia de la pandemia del Covid-19 y por la crisis en el precio de los energéticos derivada de pugnas entre Arabia Saudita y Rusia.
El BofA ajustó su proyección previa, que estaba ubicada en -4.5 por ciento, y ahora piensa que el Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país retrocederá 8 por ciento durante el presente año.
Esto superaría el -5.3 por ciento del año 2009, en el marco de la última crisis financiera global, y el -6.3 por cierto de 1995, el primer año del difícil sexenio de Ernesto Zedillo.
Un economista de la firma apuntó que la economía del principal aliado económico mexicano, Estados Unidos, podría caer hasta 6 por cierto este año, algo que sin duda pasará factura de este lado de la frontera.
Si el PIB estadounidense retrocede, no sólo se afectará el comercio entre ambos países sino que las remesas que llegan al país también caerán de manera importante, reduciendo la capacidad de consumo de millones de familias mexicanas.
AMLO desestima proyecciones de crecimiento
Este pronóstico es mucho más duro que el de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), dependencia que proyecta una caída del PIB moderada, considerando la coyuntura internacional.
Al presentar su documento ‘Precriterios Generales de Política Económica para 2021’, la SHCP estimó que la economía de México caerá 3.9 por ciento en el peor de los escenarios, pero podría crecer un modesto 0.1 por ciento si sobrelleva de buena manera la crisis.
Cuestionado sobre este dato, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) desestimó que el país vaya a tener un desempeño económico tan pobre, tal como ha hecho en el pasado con otros pronóstico.“Ahora tampoco coincido. Para empezar, no existe normalidad económica por razones obvias, todo esta alterado. Yo, por ejemplo, sostengo que el precio del petróleo va a aumentar”.Andrés Manuel López Obrador