Sudáfrica encabeza a los países más afectados por la pandemia del coronavirus surgido en diciembre pasado, informó hoy la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En total el continente registra poco más de 15 mil casos de enfermos por COVID-19 y 815 muertos, de los cuales Sudáfrica suma dos mil 272 contagios y 27 muertos, seguido de Egipto con dos mil 190 contagios pero mucho más decesos: 164.
En tercer lugar se encuentra Argelia con mil 983 enfermos, 313 muertes, y en cuarto lugar, Marruecos con mil 838 contagios y 126 muertos.
África preocupa a diversos organismos internacionales debido a la frágil condición de sus sistemas de salud, algunos de los cuales resienten enfrentamientos nacionales como en Libia.
La parte occidental del continente, en particular Etiopía, enfrenta la peor plaga de langostas de los últimos 25 años y de los últimos 70 años en naciones como Kenia.
Sumado a esto, el viernes pasado se registró un nuevo caso de ébola en la República Democrática del Congo, tres días antes del anuncio del fin de la crisis por esta enfermedad.
Llega primer envío de la OMS contra pandemia
Luego de que África alcanzó más de 15 mil contagios y más de 800 muertos, llegó a la región el primer avión con material sanitario enviado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La nave transportó más de un millón de mascarillas y equipo individual de protección, destinado a los trabajadores de la salud que atienden los casos directamente.
Además, el cargamento cuenta con material de laboratorio para apoyar la vigilancia y detección del COVID-19.
«Hemos visto una y otra vez que nuestros trabajadores de salud son víctimas de enfermedades infecciosas mientras laboran en hospitales y a veces fallecen», dijo Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África.
El cargamento sanitario fue organizado, donado y gestionado por el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, la fundación china Jack Ma, la Unión Africana y algunos gobiernos como el de Etiopía y de los Emiratos Árabes Unidos.
La pandemia y su impacto en la región preocupa a los organismos internacionales debido a la fragilidad de los sistemas de salud y las dificultades para contener otras enfermedades como el ébola.
