Tras la irrupción de familiares de los pacientes en el Hospital General de Las Américas, en Ecatepec, por no tener informes sobre su evolución, la Secretaría de Salud implementó un sistema de videollamadas y entregó equipo de telefonía móvil al personal médico para que pacientes y familiares se mantengan en contacto.
Además, se incrementará la plantilla en este nosocomio con más de 30 médicos, enfermeras y auxiliares de enfermería. Las autoridades reportaron que cuando fue el momento del ingreso de las personas solo había un médico encargado del turno vespertino.
Se entregarán 20 tabletas a quienes acompañan a los enfermos y que no pueden acceder, por ser parte de las medidas de seguridad para prevenir los contagios, mediante las que se comunicarán con sus familiares.
También se instalarán carpas de información en el exterior del hospital con horarios de atención para que los familiares estén al tanto de la evolución de los pacientes.
El viernes por la noche, un grupo de inconformes entró por la fuerza al hospital luego de ser notificados sobre el deceso de dos personas positivas al virus. Cerca de las 20:00 horas los padres de un joven atendido por problemas respiratorios rompieron el cerco de seguridad de la unidad hospitalaria para dar con su paciente «a como diera lugar».
Mientras iban en búsqueda de su hijo localizaron unos cadáveres en el pasillo y en una de las bolsas selladas estaba su familiar, fue entonces cuando creció la furia de los familiares, quienes cuestionaron a médicos y enfermeras sobre la atención médica e incluso sobre los medicamentos que les fueron suministrados a los enfermos.
Entre golpes y discusiones, policías e inconformes llegaron hasta el área de patología, todos sin cubrebocas, trajes especiales, sin guantes ni protección alguna y recorrieron los pasillos del hospital buscando al titular de la unidad médica.
En la discusión fueron agredidos un médico de Urgencias y tres personas de vigilancia. Casi una hora más tarde llegaron los elementos de la Guardia Nacional y de la policía estatal para controlar la protesta.
Las inconformidades continuaron hasta ayer por la mañana, cuando otro grupo de personas bloquearon —por tres horas— la avenida Central, en ambos sentidos, en demanda de mayor atención. Tras un acuerdo con personal del hospital, retiraron el bloqueo.Saturación en funerariasSobre los cadáveres que fueron localizados en el pasillo de la clínica cuando ingresaron los familiares de un joven fallecido, el gobierno estatal informó que eran ocho cuerpos de víctimas de complicaciones por el Covid-19 y que si bien sus familiares habían sido notificados, las funerarias no los habían podido trasladar debido a la saturación de los crematorios en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Más tarde, la Secretaría de Salud señaló que ya se habían entregado seis cadáveres a sus familiares; se instalará una cámara frigorífica de reemplazo.
Por la noche, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, dijo que es preocupante que la sociedad considere que el coronavirus no es una enfermedad grave y que los que ingresaron al Hospital de Las Américas abrieron bolsas de cadáveres, que son un foco de infección.Exigen les den informes de sus familiares
Familiares de pacientes internados desde hace tres o cinco días en los hospitales Adolfo López Mateos y Nicolás San Juan, donde se atienden casos positivos de SARS-CoV-2 (coronavirus), aseguran que no han recibido informes y con desesperación piden a las autoridades que el personal médico les diga algo sobre el estado de salud de sus esposos, hijos o hermanos.
Uno de los casos es el de María, quien está a la espera de reportes sobre su hermano, quien ingresó al López Mateos desde el jueves pasado y hasta este sábado no tenía información precisa de si tenía Covid-19 o no.
Dijo que, junto a su cuñada, espera noticias, pues el viernes, cerca de las 12:00 horas, recibieron una llamada al celular pidiéndoles un tanque de oxígeno y notificando que su familiar tendría prealta: «Desde ese momento no nos han dicho más. Nos tratamos de acercar, pero no podemos violar el cerco de seguridad».Juventino Cárdenas llegó desde hace cuatro días al Hospital Nicolás San Juan. Vive en Lerma y su esposa se enfermó, por lo que le recomendaron internarla en esta unidad, pero no se ha podido acercar a la entrada porque la policía municipal impide que ingresen las personas y los médicos no le informan sobre la evolución de su paciente.
«Ella tuvo problemas respiratorios, la traje para que le dieran atención y no supe nada más. He dormido en la banqueta desde que llegamos. Entre varios familiares estamos aquí esperando, nos ayudamos. Unos me prestaron cobijas, otros me regalaron alimento. Ya no sé qué hacer para saber sobre mi esposa, estoy muy preocupado», lamentó.
Estos testimonios se suman a lo ocurrido el viernes por la noche en el Hospital de Las Américas, en Ecatepec, que es estatal, y donde un grupo de personas irrumpieron en el lugar porque aseguraban que no tenían informes de su familiar, el cual se enteraron que había fallecido.
El gobierno detalló que no considera reforzar la vigilancia de las clínicas pues desde hace más de un mes están coordinados con la Guardia Nacional y la policía estatal para resguardarlas; apelan a la compresión de la gente para que regrese a casa y se mantenga segura.
La zona de hospitales Covid-19 en Toluca luce completamente diferente al panorama cotidiano. En la zona norte, donde se localizan las clínicas del IMSS, ISSEMyM y los dos del ISEM, ya no está cercada por el comercio ambulante; ahora hay casas de campaña en la acera frente a los juzgados federales y vehículos donde pernoctan los familiares, aunque no todos los casos son por el virus.
En el Nicolás San Juan y la mayoría alrededor del López Mateos llegaron por neumonía, fiebre de 36 grados o insuficiencia respiratoria.
En esta región el gobierno municipal destacó, de forma permanente, a policías municipales y patrullas que resguardan las 24 horas tanto la vía pública como los accesos principales a las clínicas, que además se encuentran acordonadas con cintas para impedir las aglomeraciones. Esto, coincidieron los familiares, les dificulta acercarse a los vigilantes para solicitar ingresar, pedir informes o entrar al baño.
«A mí lo que me da mucho miedo es que no salga nadie y los que se asoman parecen no vernos. Temo por mi hijo, lo ingresé hace cuatro días y nadie me ha llamado», dijo María de los Remedios.
En el Estado de México hay 30 hospitales Covid, se reportan como saturados el de Las Américas, en Ecatepec; el López Mateos, de Toluca; el Bicentenario del ISSSTE, en Tultitlán, y las clínicas 72 y 58 del IMSS en Tlalnepantla y el 76 del IMSS en Ecatepec.