Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Algo le pasa al presidente Andrés Manuel López Obrador en el tema de las mujeres. Mantiene una misoginia intelectual cada vez que se trata el tema de la violencia doméstica, de los feminicidios. Escribí alguna vez que la 4T será feminista o no será. Debí ser preciso: no sé si Andrés Manuel sea antifeminista, lo que percibo es que feminista no es.
En los días de marzo López Obrador demostró que entró al tema sólo porque la derecha quiso abanderar las causas feministas. Ahora estoy seguro que si el movimiento derechista no se hubiese montado en las luchas feministas, poca importancia le hubiera dado AMLO. La crisis del coronavirus ha mostrado a un Andrés Manuel alejado de las causas feministas, ha minimizado, si es que no ninguneado, la violencia doméstica en esta etapa, los feminicidios.
Cuando se le inquiere por la violencia en contra de las mujeres, López Obrador abandona el tema, generaliza, hace de la tangente su mejor ruta, habla de una fraternidad ilusoria, se tropieza con su discurso hueco.
–¿Cómo han evaluado la violencia en contra de las mujeres ahora que están en el confinamiento en sus hogares? Hace incluso unas semanas hablaban, se informaba que había incrementado un 100 por ciento y se había hablado también de campañas, pero ¿cómo se está evaluando este tema?
–Bueno, en el caso de la violencia en general y la violencia contra las mujeres no hemos nosotros advertido un incremento, desde luego la forma que tenemos de medirlo son las denuncias que se presentan, puede haber cifra negra, pero en las denuncias no ha habido un incremento.
–Porque la propia Secretaría de Gobernación advertía precisamente este tema y que, bueno, era preocupante. Saber si la Secretaría podría informar.
–Sí, se partía del supuesto de que si se estaba más tiempo en las casas podía experimentarse, podía darse más violencia familiar. Esto no necesariamente está sucediendo porque no se puede medir con los mismos parámetros a todo el mundo. En México tenemos una cultura de mucha fraternidad en la familia.
–Pero también machista, o sea, sí hay mujeres que han tratado las…
–Sí, sí, sí existe machismo, pero también existe mucha fraternidad familiar. La familia en México es excepcional, es el núcleo humano más fraterno, esto no se da en otras partes, lo digo con todo respeto, o sea, son de las cosas buenas que tenemos. Entonces, si queremos medir violencia familiar en México con los mismos parámetros de otras partes del mundo, no aplica del todo. Es algo parecido a lo que hablábamos sobre los ancianos. Nosotros, por ser herederos de grandes civilizaciones y de culturas que vienen de lejos, siempre hemos cuidado y respetado a nuestros mayores, los ancianos de México son cuidados por la familia.
Y blablablá…
¿No sabe López Obrador del incremento de llamadas por violencia de género en este confinamiento? ¿No escuchó las declaraciones de su secretaria de Gobernación acerca de que la violencia en contra de las mujeres ha aumentado? ¿Y el aumento de detenidos por violencia intrafamilar? ¿Los gritos de auxilio en el 911?
¿Dónde quedó aquel presidente que afirmó: “Nosotros estamos a favor de las mujeres. No somos machistas. Venimos de un movimiento de izquierda, aunque no les guste y ofrezco disculpas por anticipado”. No ser machista no provoca, en automático, ser feminista. Entre las lecciones políticas que nos deja la crisis del coronavirus hay una alarmante para el proyecto de la 4T: el presidente no representa al feminismo.