A pesar de los constantes llamados de las autoridades para exhortar a la gente a que se quede en casa por la pandemia del coronavirus, miles de personas abarrotaron este sábado el centro de la ciudad de Monterrey.
Desde primera hora, la gente comenzó a llegar al primer cuadro de la ciudad en busca de un regalo para celebrar el día de las madres.
A las personas poco les importó la sana distancia pues en calles como 15 y 5 de Mayo, Colegio Civil, Aramberri, Ruperto Martínez y Espinosa las aglomeraciones no se hicieron esperar.
Ante la gran cantidad de gente, enormes filas de autos se registraron ya que la gente se atravesaba a su paso.
A pesar de que el Gobierno del estado había anunciado el cierre de empresas y comercios no esenciales este sábado tiendas de ropa, jugueterías, mueblerías, tiendas departamentales y joyerías se mantuvieron abiertas.
Ante tal situación, autoridades estatales y municipales mandaron a elementos policíacos para invitar a la gente a que se retiraran a sus casas, pero los ciudadanos poco o nada hicieron caso a los llamados.
«Venimos a comprarle un detallito a nuestra mamá para entregárselo el día de mañana, se que ésta prohibido salir pero es solo un ratito, no creo que nos pase nada, además, no somos los únicos», dijo Esmeralda Méndez, vecina de la colonia Industrial.
«Sabemos que no podemos abrir, pero tenemos que comer, nuestros hijos nos piden, de perdido en estos días sacar para los frijolitos y la sopa, como ellos (las autoridades) siguen cobrando a pesar de no trabajar, nosotros no, si tenemos que salir a buscar para la papa», argumento Fernando Lira, comerciante ubicado sobre la avenida Aramberri.
Ante la gran cantidad de gente, personal del municipio de Monterrey acudió al lugar para comenzar a retirar a varios puesteros que operaban de manera clandestina.
Varios puesteros ubicados sobre la avenida Juárez fueron retirados del lugar a pesar de que estos se oponían.
Cabe destacar que durante esta semana, la Dirección de Comercio de Monterrey realizó un total de 45 acciones entre decomisos y multas a vendedores ambulantes, quienes por disposición de las autoridades de salud, no deberían estar laborando durante la cuarentena.
Además de las violaciones al Reglamento Municipal para el Uso de la Vía Pública, los oferentes se exponían ellos mismos y a sus clientes al contagio del COVID 19, por lo que se determinó su retiro.