Por José Jaime Ruiz
@ruizjosejaime
Los medios de comunicación privados, como El Financiero, Reforma y El Universal, no necesitan justificar sus despidos de periodistas, lo hacen y ya. Nadie los impugna, nadie defiende a los reporteros, empleados, trabajadores recortados. ¿Algún medio de comunicación da voz a los trabajadores de la información despedidos? No, las fuerzas del mercado son así, y se joden.
Otra cosa sucede con los medios públicos. Cada periodista sabe que, cuando se litiga en la prensa, la batalla judicial va mal. No sé en qué estatus se encuentren algunos de los despedidos por la directora de Notimex, Sanjuana Martínez, lo que sí sé es que cuando el chisme se convierte en nota, algo anda mal.
“Directiva de Notimex ataca periodistas y organiza campañas de desprestigio en redes sociales”, despliega el portal de Carmen Aristegui. Excelente, es una buena cabeza, atractiva y contundente, pero… vayamos al cuerpo de la nota, diseccionemos.
1.- “En el periodo comprendido entre el 3 de abril y el 9 de mayo de este año, ARTICLE 19 entrevistó a 10 personas con conocimiento directo de lo que sucede al interior de la sala de redacción de Notimex. Todas esas personas fueron contratadas y despedidas de la agencia durante la dirección de Sanjuana Martínez, con excepción de 2 que siguen laborando.”
Bien, ¿entrevistaron a Sanjuana Martínez para, como en todo ejercicio periodístico que valga la pena de leer, tener la contraparte de la información? ¿No? ¿Por qué? ¿Hay que dar por válida una versión y no la otra versión? Cuando esto sucede, olvidarse del contrapunto, la información nace viciada y se proyecta como tendenciosa. ¿Por qué Sanjuana no fue la persona 11 en la serie de entrevistas? ¿La buscaron? ¿No accedió?
2.- “Las personas entrevistadas, algunas quienes su identidad se mantiene en el anonimato por razones de seguridad y temor a represalias, aseguraron que existe un chat denominado ‘The Avengers N’ en el cual directivos, enviados por la directora, ordenan a trabajadores a publicar mensajes en Twitter y utilizar hashtags contra periodistas y extrabajadores”.
Bien, el grandioso plural (directivos) se desinfla en singular (sólo reproducen chats del directivo Erick Muñiz). El plural se singulariza porque la nota no demuestra el universo de trabajadores, tampoco en ningún momento se “ordena”, cuasi militarmente; hasta Erick Muñiz parece humilde al escribir: “porfa”.
3.- “Una de las personas que habló con ARTICLE 19 trabajó cerca de la directora y afirmó que atacar a periodistas y trabajadores es ‘la forma en la que Sanjuana Martínez busca intimidar y silenciar’. ‘A varias personas nos acosó y sigue difamando en Twitter. Sé que la directora tiene personas que se dedican a hackear o meterse a cuentas de Facebook, Twitter u otras (redes sociales) de directivos para obtener imágenes y agredir la vida privada”.
Una denuncia sin nombres no es denuncia, aquí sólo es un estado emocional. Si se sabe que hay personas que se dedican a hackear, meterse en cuentas de redes sociales y agredir la vida privada de periodistas directivos, pues desde el bendito anonimato que digan quiénes son esas personas que realizan un delito cibernético y a quienes acosan (al único que mencionan es a León Krauze y ni siquiera hay una orden de denostarlo).
4.- “Todos los testimonios que recabó ARTICLE 19 coinciden en que Martínez ha solicitado a su personal utilizar cuentas personales y crear perfiles falsos con el fin de defender su gestión en Notimex”.
Pinche Sanjuana, ¿por qué solicitaste eso? ¿Nos puedes extender el memo donde solicitas que cuentas personales y la creación de bots ayuden a tu gestión al frente de Notimex?
5.- “Uno de los altos mandos, con quien ARTICLE 19 tuvo contacto, afirmó que existe una presión directa de la directora para crear cuentas falsas y bots. ‘A través de los directores, principalmente de Erick Muñiz, nos decían que teníamos que crear las cuentas y si no lo hacíamos nos empezaban a intimidar y hostigar. Incluso, corrieron a mucha gente de manera injusta porque si no te sumabas a apoyar a Sanjuana, inmediatamente te convertían en el enemigo del que se tenían que deshacer’.”
Bueno, ¿dónde está esa “mucha gente” corrida de manera injusta y sus denuncias? ¿Acaso son sólo los diez entrevistados? Después del reportaje “volado” del NYT, pedir rigor a estas denuncias periodísticas es insufrible.
6.- “De acuerdo con el testimonio del periodista Manuel Ortiz, en abril de 2019 la directora le solicitó a él, quien entonces trabajaba como director de noticias internacionales, que atacara a Dolia Estévez, Lydia Cacho, Anabel Hernández, Blanche Petrich, Carmen Aristegui, Marcela Turati y Guadalupe Lizárraga, pero se negó. ‘En una ocasión crucé, desde mi cuenta particular, mensajes en privado con Lydia y Sanjuana se enojó por eso’. ‘Ya déjalo así, yo lo hago desde mis cuentas’, me dijo’.”
Órale. Y, sin embargo, como se critica al gobierno de la 4T que no hace pruebas para el coronavirus, pues aquí faltan las pruebas. ¿Puede Manuel Ortiz comprobar que Sanjuana pidió ataques en contra de Dolia Estévez, Lydia Cacho, Anabel Hernández, Blanche Petrich, Carmen Aristegui, Marcela Turati y Guadalupe Lizárraga? No es tan difícil, si Sanjuana giró esa orden, pues en abril de 2019 debe haber registro en redes sociales de su cumplimiento, ¿o no? ¿Investigó ARTICLE 19 eso? ¿O sólo reproduce las palabras de un periodista ofendido y con un proceso judicial en marcha?
Notimex se defiende a través de Víctor Fernández Peña, director jurídico. En un comunicado muy mal redactado, expresa: “Entre los denunciados se encuentra (sic) los ex trabajadores, Manuel Ortiz quien era el responsable de las redes y fue despedido por sostener dos puestos en la administración pública; uno como profesor de la UNAM junto a Carlos Imaz; Alejandro Meléndez quien opera un ejército de bots, despedido por acoso sexual y denuncias de agresiones sexuales en #MeToo y otros empleados vinculados por la mafia sindical”.
Notimex no aclara qué fregados hace el nombre de Carlos Imaz en su comunicado; tampoco cómo opera Meléndez un ejército de bots. También sería muy fácil que Notimex comprobara que Ortiz sostenía dos puestos en la administración pública.
Carmen Aristegui, tan rigurosa en las investigaciones que lidera, aquí demostró una flacidez inusitada. Y Sanjuana podría no condenar de antemano con juicios no periodísticos a lo que el Poder Judicial tiene que resolver… no se “ataca”, como maliciosamente dice el encabezado de la nota, a periodistas (a las que le montaron a Sanjuana con dichos sin comprobar) sino a dos periodistas que mantienen un litigio. Ite missa est!