Las autoridades investigan la muerte de un hombre tatuado y semidesnudo, de quien su cuerpo fue encontrado este jueves en el lecho del río Santa Catarina, por el lado de los carriles exprés de la Avenida Constitución, entre Cuauhtémoc y Juárez, en el centro de Monterrey.
Aproximadamente a las 11:00 horas fue el reporte de los hechos, lo que movilizó a elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y Vialidad de Monterrey, así como de Protección Civil municipal y efectivos de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Un hombre que regularmente acude al río, y en esta ocasión iba a dejar unas plantas, es quien hizo el hallazgo, en un principio pensó que se trataba de un maniquí, pero luego al acercarse lo vio muy real y decidió dar aviso a las autoridades.
Asustado por haber visto el cadáver, el hombre subió a la Avenida Constitución, en donde se dirigió a las obras que se realizan en esa arteria a la altura del puente de Cuauhtémoc, donde comunicó de lo sucedido a un efectivo de tránsito.
Las autoridades acudieron al lugar, y tras hacer una revisión en el área se percataron de la persona inconsciente, quien se encontraba sin vida.
La zona donde estaba el cadáver fue resguardada por las autoridades, tanto elementos de la policía municipal como de la ministerial, e iniciaron las indagatorias.
El fallecido es un hombre de entre 40 a 45 años de edad, tez blanca, cabello corto color claro, mide 1.68 metros aproximadamente, y no pudo ser identificado, quedó como N.N. (no nombre), y vestía únicamente ropa interior color negra, lo que hace suponer que se estaba bañando, aunque no estaba en el agua su cuerpo.
Las autoridades además le apreciaron al occiso un tatuaje de un diablo sosteniendo un barco y unos dados, en la pierna izquierda.
A unos metros del cadáver la policía encontró ropa que se presume es del fallecido, una camisa color celeste, un pantalón de mezclilla azul y unas botas con líneas naranjas tipo industriales, así como una mochila color verde.
El personal del Instituto de Criminalística y Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia de Nuevo León revisó al occiso, sin que se le encontraran huellas de violencia.
Los peritos además revisaron la ropa de la persona, en busca de algún indicio, así como los alrededores.
Luego de que el personal de Servicios Periciales terminó la revisión del cuerpo, el cadáver fue llevado a la Unidad del Servicio Médico Forense y lo trasladaron al Anfiteatro del Hospital Universitario para la autopsia correspondiente, con la que se determinaran las causas de la muerte.
Elementos de la policía se entrevistaron con algunas personas, en su mayoría indigentes que frecuentan el área de los hechos.
