Por Félix Cortés Camarillo
Es evidente y manifiesto a diario que para el doctor López-Gatell el número de muertos por la pandemia en México no es materia de su interés; para él son simples especulaciones matemáticas que nos revelan lo que pudo haber sido y no fue, gracias a que se tomaron, según él, las precauciones debidas.
Cuando esto escribo llevamos 21,825 muertos oficialmente admitidos como consecuencia del coronavirus, aunque una creciente mayoría de mexicanos duda de la precisión del conteo, manipulado para que el gobierno pueda presumir de una dudosa eficiencia. Una ineficiencia cínica que confirma el enunciado de la canción ranchera de que la vida no vale nada la vida. 21,825 y creciendo a más de mil muertos al día. Mera estadística. Muertos, señor López-Gatell, que no fueron en vida ricos que viajaran a extranjía a importar el virus, como usted asume.
La vida no vale nada, ni en Guanajuato donde una docena de mexicanos murió el domingo en prolongada balacera luego de que la madre del líder del cártel de Santa Rosa de Lima, una hija suya y una sobrina, fueran detenidas por la policía en posesión de drogas y dos millones de pesos en efevo. La vida no vale nada en Oaxaca, donde el mismo día se registró otra balacera de origen confuso con quince muertos a balazos. No vale nada la vida en Caborca, Sonora, como no valió antes en Cajeme; otra decena de muertos. Casi un centenar en el pasado fin de semana.
No vale nada la vida….ni el voto. El presidente López-quien debiera estar más preocupado por la violencia rampante en toda nuestra geografía- se autoproclama juez vigilante de las elecciones del 2021 porque el INE, al que calificó de tramposo, nunca ha garantizado elecciones limpias ni transparentes.
¿Eso incluye las elecciones de 2018 que le llevaron a la Presidencia? ¿Fueron cochinas, amañadas, tramposas, fraudulentas?
Más allá de la inexactitud del juicio, aquí se manifiesta una demencial obsesión por ir copando todas las instancias civiles del poder. Hemos perdido la Comisión de Derechos Humanos para anunciar que se convertirá en la procuraduría de los pobres; descabezó a la comisión para combatir la discriminación, hizo renunciar a una subsecretaria de Salud que no aplaudía como foca de circo al doctor López-Gatell. Ahora el presidente López va en pos del INE, que según él es oneroso e ineficaz.
Andrés Manuel pretende ser juez y parte en las elecciones. No vale nada la vida.
PILÓN.-El circo de los penalties al Bronco y su secretario de Gobierno en el nada honorable Congreso de Nuevo León , pasa a la tercera pista. Se sugiere que dejen de jugar al Tío Lolo.
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