Como una medida para ponerle fin a los delitos sexuales, el Parlamento regional de Kaduna, en Nigeria, aprobó una ley que permite la castración para violadores, así como la pena de muerte dependiendo de la gravedad de lo cometido.
Esto, porque a mediados de junio pasado, más de 30 gobernadores declararon el estado de emergencia por las crecientes violaciones de mujeres y niños en el país, luego de que miles de personas se manifestaran ante la sede de la Policía de varias ciudades nigerianas.
«Estamos felices de que el Parlamento haya incrementado los castigos por violación. Esperamos que la justicia sentencie a más violadores con esta pena máxima», declaró Ministerio regional de Servicios Humanos y Desarrollo Social. No obstante, la ley aplicará únicamente para las personas que abusen de niños menores de 14 años.
Para el resto, las penas máximas actuales por violación en Kaduna son de 21 años de prisión cuando la víctima es adulta y la posibilidad de cadena perpetua. Pero la nueva ley no ha sido bien recibida por diversas organizaciones de derechos humanos que creen, no reducirá las agresiones sexuales.
«Lo que provoca el auge de violaciones es la impunidad. La castración no es suficiente. El Gobierno tiene que mostrar deseo político de prevención al asegurar las condenas a los culpables y un cambio en las normas sociales», señaló la directora del Centro de Investigación y Documentación de Defensoras de la Mujer (WARDC), Abiola Akiyode-Afolabi.
Según datos del WARDC, alrededor de dos millones de mujeres y niñas son violadas cada año en Nigeria, pero menos de un tercio de estos delitos (el 28 %) son denunciados. Como sea, el proyecto aún tiene que recibir la firma del gobernador del estado, Nasir Ahmad el Rufai, para que comience a entrar en vigor.