Por Jorge Narváez.
Regresó la afición a los estadios. Como era de esperarse hubo decenas de aficionados que no respetaron el mínimo requisito para evitar el contagio de la Covid-19, sobre todo al usar correctamente el cubrebocas.
Es complicado tener un orden en una masa como los aficionados y es triste saber que los únicos que pudieron entrar a las sedes deportivas eran adultos y jóvenes, que por su edad ya entienden de razones. O bueno, al menos ese era el plan del Creador.
Es necesario que las ligas tomen en consideración el comportamiento del público al interior del estadio, pero también hay que ser conscientes que la pandemia aún no tiene cura y los contagios pueden elevarse si se replica lo sucedido en el estadio de los Yaquis de Obregón.
El acceso del público del fin de semana servirá como plan piloto para otros estadios ante la inminente reapertura que lleva cerca de cinco meses sin recibir ingresos por concepto de taquilla y alimentos o bebidas.
Nuevo León podría ser una de las plazas que decida abrir en las próximas semanas. Así lo han hecho saber las autoridades estatales de salud de manera constante. Cuando el doctor Manuel De la O Cavazos menciona un sector del comercio es porque, o ya andan ansiosos de reanudar actividades o, en su defecto, para arremeter contra ellos y en el caso de los estadios tal parece que el plan es la primera opción.
Y como los regios ser “novedosos” podría ser el segundo apodo, por detrás de “codos”, ya se alistan los viajes de aficionados a otros estados para seguir al equipo, como por ejemplo los aficionados de Rayados que, afortunadamente (para los directivos de FC Juárez), tendrán la oportunidad de ser una de los primeros en volver a ver un partido en vivo, aunque sea de visita.
Lo curioso o ventajoso fue que los bravos de Juárez, aparte de bravos salieron listos, pues para el duelo ante La Pandilla elevaron los precios sabiendo que la afición regiomontana pagaría eso y más con tal de ver nuevamente a sus jugadores en acción. Entonces ¿codos?
Así que, por lo visto, el retorno a las gradas queda totalmente a la consideración y juicio de los mismos asistentes. Aún existe el temor de contagio y los casos son para alarmarse. Así que la reapertura de estadios llegaría al estado en un momento de más incertidumbre por el incremento de hospitalizaciones. Aunque no quita responsabilidad al estado por una reapertura inoportuna, lo cierto es que son los mismos ciudadanos los que interpretan la reapertura como un regreso a una normalidad que tal vez nunca recuperemos. Novedosos los regios, sí son; “codos” tal vez lo sean pero no con su salud, porque la derrochan como si tuvieran más guardada bajo el colchón.
Fotografía: Mexsport/ Oncediario