Por Francisco Tijerina Elguezabal
“El hombre sensato cree en el destino; el voluble en el azar.” // Benjamin Disraeli
Y como historia que nunca falla, el voto se comportó como toda la vida y lo volvió a hacer: les dio contra a muchos, casi todos, demostrando que en campañas y elecciones nada está escrito.
Ayer hubo comicios en Coahuila e Hidalgo y contra quienes aseguraban que el fenómeno de Morena y López Obrador se mantendría, resulta que no fue así y si bien el Presidente sigue disfrutando de un alto nivel de aprobación en su gestión, su partido no puede decir lo mismo y va a la baja en las preferencias electorales.
Aún es pronto para que los tricolores echen las campanas a vuelo, sobre todo cuando los dirigentes morenos ya alzaron la voz gritando foul, pero lo ocurrido ayer puede ser una durísima lección para el partido que teniendo todo para ganar, se ha dedicado sistemáticamente a echarlo todo a perder.
No podía ser de otra manera cuando no hay capitán en el barco y muchos, demasiados, se pelean un pastel que termina siendo migajas. Lo de Coahuila e Hidalgo es un aviso de cómo les puede ir el próximo año si no atienden rápido sus crisis, no resuelven el tema de la dirigencia y realizan una inmediata y mayor operación cicatriz.
No hay novedad en ambos estados para el PRI que hizo que lo que siempre hace: prepararse, cuidar sus bastiones, aceitar la maquinaria, movilizar a su estructura y salir a afianzar el triunfo.
Igual sucede en el PAN en donde se cansaron de decir que estaban listos y preparados, como siempre lo aseguran, y también como siempre perdieron estrepitosamente por un exceso de soberbia, una falta de oficio político y una nula estrategia.
Dichos, explicados y desmenuzados con antelación los escenarios, estas elecciones no traen nada nuevo, simplemente ratifican la tozudez de los partidos y la bisoñez de sus dirigentes, que creen que se las saben todas y que no conocen la O por lo redondo.
Así de veleidoso es el voto, hoy te quiero, mañana no, después quién sabe.
ftijerin@rtvnews.com
