Por Carlos Chavarría
Gobernar evocando el pasado es una perdida de tiempo, pues no se puede encontrar soluciones a los problemas usando lo mismo que los creó.
La naturaleza cambia y el mundo que creamos también, las generaciones mueven sus aspiraciones y eso altera los objetivos de los grupos y las estrategias de gobernación pueden y deben adaptarse.
Es posible que en un segmento de la sociedad evoquen el pasado que les tocó vivir y si fue como el que siguió a la Segunda Guerra Mundial es fácil que supongan que debió mantenerse el mundo en ese derrotero, sin embargo la unidad de criterios y propósitos que inspiraron la destrucción y el dolor en toda la humanidad, difícilmente será la guía para el futuro.
Por supuesto que la cultura de hoy tiene componentes del pasado, algunos deliberados y otros inconscientes, pero los impulsos se diseñan a partir de la situación actual y las visiones de cada uno de nosotros hacia delante y siempre mejorando la condición humana y su entorno.
El mundo esta dividido en los mismos tres grupos de siempre. Naciones que son la punta del conocimiento científico y tecnológico, que se reconocen a sí mismas como tales y crean todas las condiciones para continuar en su posición de liderazgo.
Otro grupo de países que les pisan los talones al primero, que han ido poco a poco deshaciéndose de sus complejos y lastres históricos de ser los vencidos, adoptando la lucha por ganarle a los primeros, que imponen como directriz esencial la educación de la mayor calidad posible y que premian el esfuerzo y castigan todo aquello que los aleja de la superación.
Por ultimo, están los países que se mantienen sumidos en un laberinto de tótems, símbolos y doctrinas impracticables, pero que les facilitan racionalizar su condición de sociedades dependientes que mucho aspiran, pero trabajan poco. Que esperan que seres inanimados y la buena fortuna vengan en su ayuda y si acaso eso no es posible, de perdido que esos espíritus del pasado empinen a los grupos que los tratan como sojuzgados.
Este ultimo grupo de países privilegian las teorías conspiratorias que siempre los colocan en posición de explotados, que en su visión distorsionada lo explican todo y en ellas encuentran la justificación de su inmovilidad del estado de las cosas que viven, sin importarles la negación de los hechos y la lógica. Claro que esa explicación es totalmente inútil.
Pandemia o no pandemia la circunstancia que vivimos nos vuelve enseñar que siguen existiendo lo mismos complejos y diferencias originarias entre los pueblos que aceptan tales atavismos. No es un misterio porque el desarrollo de la vacunas COVID no provienen del segundo y tercer grupo de países mencionados.
Buena parte de los atrasos es debido a la comodidad implícita en esperar que el gobierno lo resuelva todo para tener alguien a quien culpar cuando las cosas no funcionan y así eludir la responsabilidad de luchar por ser mejores.
El mundo ya no funciona así, cada vez está mas claro que los gobiernos obesos, burocráticos y diletantes integrados por una «clase política» sin valores y aptitudes son un obstáculo muy real para el crecimiento y el desarrollo sostenibles.
“Without continual growth and progress, such words as improvement, achievement, and success have no meaning.” // Benjamin Franklin
“Progress is impossible without change, and those who cannot change their minds cannot change anything.” // George Bernard Shaw