“La duda: la escuela de la verdad”
Sir Francis Bacon
Algo no cuadra en una historia que se conoció hace unos días en Monterrey.
Una mujer solicitó antes de las cinco de la madrugada el servicio de un taxi Uber para que la llevara a su trabajo; a mitad del viaje el chofer quiso abusar sexualmente de la pasajera y al negarse esta, le propinó un balazo en una pierna. La mujer como pudo bajó de la unidad y pidió ayuda en un edificio de oficinas en donde fue auxiliada mientras el agresor huía.
Hasta aquí la historia que la mujer dio a las autoridades y que se conoció a través de los medios de comunicación.
Los días han transcurrido y este sábado la plataforma Uber desconoció el hecho señalando mediante un comunicado que no han tenido queja alguna y que tan pronto se enteraron revisaron sus registros digitales sin encontrar nada al respecto.
No dudamos de la mujer y su evidente lesión, sin embargo algo no cuadra en la historia.
A diferencia de los taxis comunes y corrientes en los que sólo se conoce alguna información del propietario de la concesión más nunca los detalles de quién es la persona que opera la unidad, en el caso de las plataformas digitales existe toda una cadena de datos que son accesibles para la empresa controladora del servicio.
Me resulta inverosímil (más no imposible, que conste), que sabiendo lo anterior, un chofer se haya atrevido a atacar sexualmente a una pasajera y mucho peor aún a atentar contra ella con una pistola.
Me causa mucha mayor extrañeza el que con el paso de los días las autoridades no se hayan pronunciado al respecto y que el vehículo y el chofer no aparezcan aún.
Sin embargo desde hace largo tiempo en Nuevo León, como en otros muchos lugares de México y el mundo, los prestadores “normales” del servicio de taxis luchan ferozmente contra las nuevas plataformas buscando su prohibición para operar, de tal suerte que no dudo tampoco que todo esto pudiese ser un montaje para desacreditar a Uber y su servicio.
Pero ojo, esto no es una hablada, una declaración o un pronunciamiento, se trata de un doble atentado contra una mujer que debe ser esclarecido y clarificado hasta sus últimas consecuencias.
Puede que el daño a Uber ya esté hecho, sin embargo este puede revertirse y con mayor fuerza en caso de que se demuestre que todo fue una pantomima con el único propósito de desacreditarlos.
Esperaremos a ver qué sucede.
ftijerin@rtvnews.com