Aunque aún se discute si la adicción a los videojuegos es una enfermedad o no, esto a pesar del nombramiento de la OMS; eventos como el que les vamos a contar ponen en tela de juicio los argumentos a favor de los gamers e interactivos.
La historia nos llega desde Filipinas, donde una preocupada madre, Lilybeth Marvel, narra cómo tiene que prácticamente dar en la boca y obligar a comer a su hijo, quien es un adicto a los videojuegos, el cual no se separa de la pantalla de la computadora en días, literalmente.
Menciona que ha llegado a tener sesiones de hasta 48 horas, donde se queda en el Café Internet cerca de su casa, a la cual no regresa hasta que se le acaba el dinero para rentar. Obviamente ella está preocupada por el bienestar físico del joven, el cual no deja de jugar ni para comer o ir al baño. No sólo eso, la abuela de este está también consternada por lo que pasa, señalando que además de los alimentos, tratan de darle vitaminas para evitar un caso de desnutrición.
Al principio su familia le quitó la consola donde jugaba, esperando que con eso se solucionara todo, sin embargo, encontró la forma de conseguir dinero y se escapa cada que puede al mencionado establecimiento.
Debido a su adicción, decidieron sacarlo de la escuela para lidiar con él de manera directa; lamentablemente nada ha servido hasta el momento. El joven de 13 años no dijo nada la respecto, pero por lo que se puede apreciar en el video, parece que su caso es grave, pues de verdad no suelta el teclado ni deja de ver la pantalla mientras su madre trata de que se alimente.
Si bien los detractores de los videojuegos a veces son alarmistas; este caso sí es una muestra de que jugadores y seres queridos, deben de poner límites al juego, pues cualquier adicción trae consecuencias graves a las personas, tanto físicas como mentales.
Con información de Lad Bible. / Fotografía vía video Youtube
