Take care of the pences
And the pounds will take care of themselves.
Viejo proverbio inglés
El veinte por ciento de los trabajadores en Gran Bretaña no alcanza a ganar el salario necesario para vivir dignamente. En Londres, donde la tasa es más alta que en el resto del país, eso significa 10 libras esterlinas con 55 peniques por hora trabajada. A 26 pesos por libra, como estaba ayer, y considerando que allá se inventó la semana inglesa de 40 horas, esa quinta parte de los londinenses se truenan los dedos cuando solamente tienen para gastar al mes menos de 700 libras.
Peniques más, peniques menos, esa cantidad multiplicada por diez —siete mil libras— es lo que gasta la señora Karime Macías cada mes para vivir en Londres con sus tres hijos. Vivir, dice su esposo, de una manera austera, limitada, cocinando ella misma y viajando todos en el transporte público cuando se tienen que desplazar a algún sitio, supuestamente la escuela. No se sabe que la señora Macías tenga algún empleo.
La mayor parte de estos datos se desprenden de la carta que desde el reclusorio norte envió a Ciro Gómez Leyva el esposo de la señora Macías, el señor Javier Duarte, exgobernador del estado libre y soberano de Veracruz, quien se encuentra preso y sujeto a proceso por delitos graves de quebranto al erario del estado durante su ejercicio. Ya en entrevista telefónica con el mismo Ciro, el gobernador abundó en datos. Dice el licenciado Duarte que —en pesos nuestros— su esposa paga el equivalente a 80 mil pesos mensuales de renta, cincuenta mil al mes de escuelas para sus tres hijos y 50 mil pesos más —unos mil trescientos pesos al día— en gastos varios. Un total de 180 mil pesos mensuales.
Es comprensible la irritación que este dato ha provocado entre muchos mexicanos; ya quisiéramos muchos tener 180 mil pesos al mes para mantener una familia modesta.
Ahora, también hay que entender que 107 mil libras al mes no es gran dinero; desde luego, es mucho más que las mil 700 con las que el 20 por ciento de los ingleses tiene que subsistir.
Pero el tema no ese. El asunto es ¿de dónde salen esos 180 mil pesos mensuales con los que la señora Karime vive? ¿De dónde salen, además los miles de pesos que cuesta el boleto redondo Veracruz-Londres y regreso que, como dijo su yerno, la madre de la señora Karime usa para visitar a su parentela. Cantidad similar a la que necesita la madre del propio Duarte. El exgobernador dice que eso se paga con el fruto de sus ahorros, acumulados en los años de servidor público o gracias a sus generosos amigos. Le deben haber pagado muy bien y sus amigos deben estar en deuda profunda con el señor Duarte.
Toda esta información, sumada al rumor de que Javier Duarte podría salir en libertad próximamente por una combinación de triquiñuelas jurídicas, apunta al rumor de que si bien Duarte esquilmó cuando pudo las arcas estatales veracruzanas, no fue precisamente Duarte y su familia los únicos beneficiados. Las campañas políticas de cuño diverso y escalón variopinto pudieron haber sido beneficiarias igualmente. O tal vez no con tanta igualdad.
