Como todos sabemos en este mes se conmemora el Día Internacional de la Mujer, por lo que en varias partes del mundo se realizaron movilizaciones, mítines y protestas con diversas temáticas como el aborto, el acoso, los derechos laborales, la igualdad, la injusticia, la violencia, entre otros.
Ahora bien, es en esta fecha 8 de marzo de cada año, cuando mujeres de todo el mundo, sin ninguna diferencia y con total equidad, se unen para conmemorar este día, cada nación con sus diversas temáticas y posturas, pero todas con una sola visión: el enaltecer, posicionar y demostrar el trabajo arduo, lucha y trayectoria de todas las mujeres, así como la igualdad, la justicia y la paz.
Pero ¿desde cuándo se conmemora este día internacional? De acuerdo a las Naciones Unidas, la idea de un día internacional surgió al finales del siglo XIX, a continuación, hago referencia a los años que fueron trascendentes para llegar a esta conmemoración. En 1909, de acuerdo con la declaración del Partido Socialista de Estados Unidos, se celebró por primera vez el primer Día Nacional de la Mujer el 28 de febrero; en el siguiente año, 1910 en Copenhague, la Internacional Socialista proclamó el Día de la Mujer, de manera internacional, lo anterior, enalteciendo el movimiento a favor de los derechos de la mujer y con miras a conseguir el sufragio femenino. Para 1911, se celebró el 19 de marzo por primera vez el Día Internacional de la Mujer en Suiza, Austria, Alemania y Dinamarca, acompañado de mítines con más de un millón de mujeres y hombres asistentes, solicitando el derecho al voto, al trabajo, a los cargos públicos y a la no discriminación. De 1913 a 1914, las rusas celebraron su primer Día Internacional, en el marco de los movimientos por la paz en vísperas de la primera guerra mundial. Para 1917, nuevamente las rusas escogieron el último domingo de febrero para declararse en huelga en demanda de “pan y paz”, esto como reacción ante los dos millones de soldados rusos muertos en la guerra. En 1975, las Naciones Unidas celebraron este día el 8 de marzo. En 1995 se estableció la agenda para la materialización de los derechos de las mujeres en la Declaración y la Plataforma de Beijing; y en 2014, las entidades de las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales acreditadas por el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, debatieron sobre los avances realizados y los retos pendientes para cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU.
Por su parte, también encontramos otros antecedentes que dieron entrada a las fechas que acabo de mencionar y que motivaron a que la fecha sea el 8 de marzo. Se trata de ese mismo día pero de 1857, cuando miles de trabajadoras textiles salieron a la calles de Nueva York con el lema “Pan y Rosas”, protestando por las infames condiciones laborales, así como eliminar el trabajo infantil; por su parte el 25 de marzo de 1911, existió un capítulo terrible cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist en la misma ciudad, donde murieron 123 mujeres, el cual fue derivado de una colilla de cigarro mal apagada. Este incendio dio paso a introducir nuevas normas de seguridad y salud laboral en los Estados Unidos.
Asimismo, otro precedente del día internacional fue que Nueva York y Chicago habían adoptado como el Día de la Mujer, el 28 de febrero de 1909, organizado por destacadas mujeres socialistas como Gertrude Breslau-Hunt y Corinne Brown.
Es así que en todo el mundo se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero me gustaría hacer énfasis en las mujeres mexicanas, que estoy seguro han vencido de igual manera miles de batallas, para empezar la discriminación, los prejuicios y la inseguridad, ya que como bien sabemos nuestro país, por desgracia, se ha distinguido por ser muy desigual en este tema, pero que con la lucha de muchas mujeres como Sor Juana Inés de la Cruz, Josefa Ortiz de Domínguez, Leona Vicario, Carmen Serdán, la Dra. Matilde Montoya, Elvia Carrillo Puerto, Eulalia Guzmán, entre muchas otras, nos hemos desarrollado en una cultura de equidad, respeto, trabajo, lucha y admiración, que sin dudas marcaron la línea para que hoy en día se busque transitar por una sociedad libre de machismo e inequidad.
Estoy convencido que la única diferencia entre hombres y mujeres es, sin duda, la cuestión fisiológica, ya que he tenido la oportunidad de trabajar y conversar con grandes mujeres que son políticas, académicas, artistas, doctoras, jóvenes, madres de familia, deportistas, en fin, luchadoras de tiempo completo, que por supuesto, me han brindado creencias y posturas que hasta la fecha, defiendo a cabalidad.
Algo muy importante es que según datos del INEGI en México hay 61.4 millones de mujeres, lo que implica más de la mitad de la población, por lo que con mayor razón debemos de avanzar en una democracia plural, incluyente y totalmente equitativa, buscando igualdad en todos los sentidos, como en buenos salarios, cargos públicos, puestos de trabajo, así como justicia y seguridad. Cabe mencionar que un ejemplo enaltecedor, es que en la Cámara de Diputados en esta legislatura se compuso por 241 mujeres, lo que implica un 48.2 por ciento del total de legisladores lo que, sin duda, da muestra del gran avance que tenemos respecto a la igualdad de género.
Es entonces que desde esta sencilla columna se hace un reconocimiento a todas aquellas mujeres de lucha que han hecho que se tenga un mundo mejor y una sociedad más incluyente, conminando a seguir trabajando con las tres órdenes de gobierno y el Congreso de la Unión a mejorar las políticas públicas para una efectiva inclusión y respeto en pro de las mujeres, en los diversos escenarios que la sociedad exige, por lo que en ningún rincón del mundo puede existir un verdadero desarrollo si no son reconocidos en su totalidad, los derechos de las mujeres, donde se reconozcan sus logros y se enaltezcan y ostenten con dignidad los mismos.
Por lo tanto, estamos en el mejor momento de buscar andamiajes jurídicos para seguir avanzando de manera positiva en materia de derechos de las mujeres y de las niñas con perspectiva de género y no sólo tener la visión estratégica y moderna de las mujeres, sino todos los elementos para que nuestras niñas sean el futuro y ejemplo de una sociedad equitativa, pero sobre todo de una sociedad “sin violencia de género”.
Sabemos que todavía hay muchos aspectos qué mejorar, hay mucho trabajo por hacer, pero lo más importante es comenzar desde el pilar principal, dar el valor que se merecen a las que verdaderamente conducen nuestros hogares y nuestras vidas, que muchas veces pareciera que no se nota o más bien, no lo queremos notar, solo basta con voltear a nuestro lado, ahí están nuestras madres, nuestras esposas, nuestras hijas, nuestras hermanas, nuestras mujeres, las que nunca se cansan, las que siempre tienen una bendición y un cariño ilimitado para dar, las que siempre están dispuestas a superarse y a compartir lo aprendido, las que son profesionales, analíticas y emprendedoras, las que son justas y respetuosas, las que luchan por una sociedad mejor, por un respeto en la familia y en el trabajo, ellas son las verdaderas artífices de una buena sociedad, con democracia y respeto, por lo que concluyo diciendo una frase que en algún momento de mi vida escuché y me hizo reflexionar en muchos sentidos: “Quien educa, administra y trabaja es la mujer, ese es el verdadero poder, el hombre sólo es el poder físico”. ¡Feliz Día Internacional de la Mujer!, ¡feliz año de la mujer!, ¡feliz mundo con la mujer!