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AMLO, Yasmín y el monero Calderón

Los senadores eligieron el martes a Yasmín Esquivel Mossa como nueva ministra de la Suprema Corte con 95 votos a favor en una segunda ronda de votaciones. ¿Quién es Yasmín? Además de ministra, esposa de un empresario cercanísimo al presidente Andrés Manuel López Obrador, José María Riobóo.

Sostiene Andrés Manuel que no instruye a los senadores, entre otras cosas, para que apoyen a un candidato favorito:

1.- “No hay línea, la línea es que no hay línea. Le advierto a los que voy a proponer (a la Suprema Corte), los invito y les digo ‘te voy a proponer, pero no me voy a meter, van a ser los legisladores los que van a decidir. Si aceptas, adelante’. A nadie le digo ‘vas a estar en la terna y eres mi preferida o preferido y habla con tal senador, que te va ayudar’. Eso ya se terminó.”

2.- “No tiene ningún cargo aquí (José María Riobóo) y sí me ha ayudado mucho (…) lo conozco porque fue el que hizo el proyecto para los segundos pisos.”

Sostiene Esquivel Mossa:

1.- Al respecto, Esquivel calificó las críticas a su persona por este hecho como apreciaciones “injustas, llenas de misoginia y sexistas” en entrevista con El Financiero.

2.- “Tengo una vida profesional consolidada, desde hace 35 años, y nadie ha intervenido en mis decisiones de impartidora de justicia”.

El cartón de Paco Calderón en Reforma es injusto para Yasmín, pretendiendo ser un cartón político, el monero se sobrepasa. Va más allá de la misoginia y el sexismo: es una agresión a la dignidad de Esquivel Mossa.

Paco puede criticar la cercanía de Andrés Manuel con Riobóo, está bien. Puede criticar que López Obrador tiró línea y que en realidad fue un dedazo o “este dedito dice que sí”, está bien. Y, sin embargo, el monero se convierte en un agresor público de la dignidad de Yasmín porque no usa el dedo índice que usa regularmente Andrés Manuel en las mañaneras (“este dedito”), usa el dedo medio, un medio con connotaciones sexuales, de ofensa y agresión.

Según una información de Internet que cita al antropólogo Desmond Morris, pintar el dedo “Es una de las ofensas más antiguas que se conocen… El dedo medio es el pene y los dedos doblados a cada lado son los testículos. Al levantarlo, estás exhibiendo un gesto fálico. Es un decir, es un falo que estás mostrando a la gente, lo que implica un comportamiento muy primitivo”.

Si eso significa pintar el dedo, Calderón con su cartón, que no voy a reproducir, llevó las cosas al extremo. Es neta, Paco, te pasaste. También Reforma, por publicarlo. ¿Dónde está el humor? ¡Qué bajeza!

@ruizjosejaime

Fuente:

Vía / Autor:

José Jaime Ruiz

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Autor: lostubos
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