La primera Final Regia Internacional está cantada. Así como el miércoles Tigres goleó 3-0 a Santos, Rayados no se quedó atrás con una fiesta en su casa al liquidar 5-0 al Kansas City y dejarlos moribundos. Al Monterrey todo les salió bien.
Con la gente a full, mosaico en las gradas sur, un telón levantado por el club y un futbol atractivo, la gente se creyó la mejor versión del Monterrey en el semestre haciendo porras, olas y pegando gritos que desaparecieron el fin de semana pasado cuando empataron con Cruz Azul. La victoria llegó en el mejor momento.
Dorlan Pabón abrió y cerró la noche (7′ y 76′), Avilés Hurtado incrementó la ventaja (13′) después de un rebote de Rogelio Funes Mori, Jesús Gallardo cerró un centro de Stefan Medina (54′) y Nicolás Sánchez desquitó la amarilla que lo dejará fuera de la Vuelta con un penal (69′).
El partido no se basó en números, sino en la vibra que se sintió. Distinto, diferente a lo que acostumbró a su público a lo largo de la campaña, entusiasmado por un sorpresivo Pabón que comandó la victoria con el doblete. Vaya, la ola duró tres minutos para evidenciar una comunión total con el club.
Monterrey tiene más que un pie y medio en la Final de Concacaf, lo que recuerda su mejor época, cuando conquistó un tricampeonato entre el 2011 y 2013. Ahora es en un tiempo ideal para pensar en la revancha ante su acérrimo rival. Falta no pecar de soberbia para ambos, pero desde hoy se puede agendar la segunda serie por un título. Se vale aplaudir.