Por Waldo Fernández
Dentro de los principales proyectos de infraestructura que puede tener cualquier estado, son sin duda los relativos al tema del agua. Desde su acumulación, distribución, traslado y su destino final, ya sea público o privado. Por lo que cada año, se demuestra la capacidad de los servidores públicos, para poder solicitar, negociar y obtener los recursos necesarios para concretar o iniciar proyectos estructurales que beneficiarán a sus estados, por consiguiente, a los ciudadanos, asegurándoles este vital líquido.
Tal es el caso de mi estado Nuevo León, que después de tres años de arduo trabajo se logró que la Comisión Nacional del Agua firmara el convenio de asignación de aguas nacionales y el título de concesión para la “Presa Libertad”.
En dicha firma, se pactó la cesión de derechos para construir el embalse en los límites de los municipios de Montemorelos y Linares, con una extensión de 2 mil 292 hectáreas, además de establecer el uso de 50 millones de metros cúbicos de agua del Río Cabezones por un lapso de 30 años.
Con este gran proyecto se garantizarán mil seiscientos litros por segundo para el abasto de más de 700 mil habitantes de la zona metropolitana y está prevista concluirla en 2021, al tiempo que el Gobernador Jaime Rodríguez Calderón termine su mandato.
Estamos convencidos que, con este título de concesión, en primer lugar, se garantiza que el agua se utilice de manera exclusiva para la población, atendiendo la instrucción que dio el Presidente de la República a sus funcionarios de Conagua, “el derecho humano al agua tiene prioridad sobre las demás actividades”, y en segundo lugar, con esta acción se refleja la buena voluntad del Ejecutivo Federal con el Gobierno de Nuevo León.
Cabe recordar que el propio Gobernador le ofreció al Presidente López Obrador, a nombre de los neoleoneses una colaboración absoluta, siempre y cuando sea mutua la corresponsabilidad, por lo que con esta firma queda demostrada tal reciprocidad.
Ahora bien, ¿qué significa o por qué un proyecto de esta magnitud?
Para Monterrey el agua es un tema imprescindible por su demografía y geografía, es así que debemos tener en cuenta que las presas y sus ensambles, permiten entre muchas cosas más, poder tener reservas de agua, lo que proporcionará certeza al estado en momentos de escasez de agua acrecentando los recursos hídricos renovables, además de que con una estructura de este tamaño es posible generar energía hidroeléctrica, que será de gran utilidad para diversos municipios como a la capital, se brindará protección en la medida de las posibilidades de grandes precipitaciones, nos ayudará a distribuir su consumo humano, así como para el industrial, que es una parte importante en la capital, tendrá un gran uso agrícola regulando y garantizando el riego, así mismo nos ayudará para el turismo y esparcimiento, fomentar la piscicultura y la navegación, en temas de protección civil, con la presa podemos tener protección de márgenes y contención de aluviones, además de hacer habitables llanuras que antes no lo eran, es así que una presa, para cualquier comunidad es de incuantificable valor.
Por otro lado, la manera en que se llevará a cabo el proyecto será de forma multianual hasta el 2021, es decir, en cada año habrá recursos etiquetados para desarrollar las obras, haciéndose por partes iguales entre el estado y la federación; por lo que después de la firma y los trabajos técnicos, así como los estudios de la tierra y de impacto ambiental, los trabajos para la presa comenzarán en el segundo semestre del año en curso.
Cabe recordar, que durante la pasada administración federal no se lograba nada, el trabajo que el estado realizaba para conseguir los recursos necesarios era constante y totalmente justificado, sin embargo, durante ese sexenio el trato Nuevo León-Presidencia fue muy tortuoso, nos fueron quitando presupuesto en la mayoría de los rubros, por ejemplo en salud, infraestructura, en apoyos para gasto corriente, o para la misma presa nunca nos dieron el apoyo necesario, entre otros temas más, por lo que fue directo el castigo hacia el estado por haber votado por un gobierno independiente y hasta la fecha, son notorias las acciones de la pasada presidencia de la República y no lo digo yo, ahí están los números que son irrefutables, es entonces que con el nuevo gobierno, sin lugar a dudas, ha tenido que ver para que estos proyectos avancen, ya que es notoria la nueva disposición o actitud de no estrangular a los gobiernos independientes, por lo que solo nos esperar a mayo para que lleguen los recursos para comenzar esta gran obra.
Debo mencionar, que estas negociaciones implicaron más de tres años de trabajo, que aunque como se mencionó, en el sexenio pasado nos tenían castigados de una manera vil y me atrevo a decir inmadura y poco profesional, realizamos todas reuniones, explicaciones, proyectos y análisis de viabilidad adecuados, para poder exponer la necesidad de una proyecto de este calado y los beneficios que todo el estado obtendría, dichas negociaciones se avivaron previas a la nueva administración federal, así como desde la LXIII Legislatura del Congreso Federal, dentro del análisis y solicitudes del PEF correspondiente, cerrando con el entrante sexenio, que sin duda fue un gran aliado para poder cerrar dichos acuerdos.
Por lo anterior, concluyo diciendo que el proyecto de la presa “Libertad”, es sin duda, una muestra del trabajo arduo, de trabajo constante, de negociaciones certeras y oportunas, de responsabilidad sustentable, de una gestión de recursos, que inminentemente sin ellos, hoy no podría haberse consolidado esta gran acción, por lo que hoy podemos decir con mucho orgullo que ¡La presa está libre!