Lejos de amedrentar, la muerte de un oficial de Fuerza Civil en el cumplimiento de su deber une más al Estado en contra de la criminalidad, dijo este lunes Manuel González Flores, Secretario General de Gobierno.
Con una guardia de honor en el Campo Policía No 1, en Escobedo, y la advertencia de “Ni Uno Más”, autoridades de los tres niveles de gobierno dieron el último adiós a Rigoberto Bautista del Ángel, efectivo de la Guardia Rural que fue abatido en persecución de una camioneta que burló el cerco policíaco, en Lampazos.
Entrevistado en Palacio de Gobierno, el secretario general de Gobierno, Manuel González, lamentó los hechos y refrendó el compromiso de la autoridad de ir por los responsables de éste y todos los episodios de violencia que sufre Nuevo León.
“Nos van a unir más. Hoy en la mañana estuve ahí y la condición de unidad en el Estado, y la fuerza con la que vamos a ir por ellos, por toda la delincuencia. Es total. Esto no es de si discutimos o no discutimos… El Estado va a utilizar toda su fuerza, federal, estatal, municipal, para convertir estos acontecimientos, que son muy tristes, difíciles, pero que no hacen más que unirnos”.
La ceremonia luctuosa fue privada y contó con la asistencia de Aldo Fasci Zuazua, Secretario de Seguridad Pública, y Leticia Platas Gómez, Comisaria General de Fuerza Civil. En su intervención, la funcionaria reconoció la vocación de servicio y honestidad con la que se dirigía el uniformado, ahora occiso.
Pase de lista a Bautista del Ángel, un «Toque de Silencio» por parte de la banda de guerra de Fuerza Civil, así como la entrega de la bandera mexicana, la fotografía, y el tocado a la viuda y la madre del uniformado, fueron parte del homenaje póstumo.
«Es un honor estar en el rumbo de la protección de nuestro pueblo Hoy que acompañamos a Rigoberto, que nos damos cuenta el dolor que esto causa en la corporación, sólo les diré esto: Ni Uno Más… Todos unidos iremos a combatir la delincuencia…es un honor ser policía», expresó González Flores en su mensaje ante compañeros y deudos del elemento caído. Minutos después el cortejo partió hacia una capilla ubicada al centro de Monterrey, para posteriormente trasladar el féretro a Veracruz, estado natal y última morada del oficial.