La noche del pasado jueves, Luis Armando Fuentes, defensor comunitario e integrante de la organización política y social Corriente del Pueblo Sol Rojo del Istmo de Tehuantepec, fue asesinado a balazos en San Francisco Ixhuatán, Oaxaca.
Representantes de la organización señalaron que, de acuerdo con los primeros reportes, su compañero de 35 años, quien se desempeñaba como integrante del Comité Regional del Istmo, fue emboscado cuando circulaba por la carretera San Francisco – Cerro Grande.
A través de un pronunciamiento, denunciaron que este asesinato se suma a múltiples ataques que han recibido miembros de su organización, por lo que responsabilizaron a los gobiernos estatal y federal de las agresiones a sus militantes.
Asimismo, exigieron una investigación clara para dar con los responsables del asesinato, e implementar garantías para la defensa del territorio en la región del Istmo de Tehuantepec.
El activismo de Luis Armando en el Istmo
Corriente del Pueblo Sol Rojo recordó que Luis Armando fue agente municipal de su comunidad de 2011 a 2013, tiempo en el cual encabezó la lucha de diversas comunidades por la obtención de los recursos federales y estatales para el desarrollo comunitario.
También participó en la huelga de “Pagos Contra las Altas Tarifas de la Energía Eléctrica”, movimiento que se ha extendido a más de 12 de comunidades en la Zona Oriente del Istmo.
“Siendo pescador, Luis llegó a organizar las Cooperativas Pesqueras y los Grupos de Pescadores donde desarrolló luchas en defensa de la pesca ribereña y en contra del abuso y corrupción de las autoridades federales contra los pescadores empobrecidos”.
Exigen justicia por asesinato de Luis
Decenas de integrantes de la Corriente del Pueblo Sol Rojo se manifestaron en las calles de Oaxaca para demandar a la Fiscalía General del Estado investigación y castigo a los autores del asesinato de Luis Armando Fuentes Aquino.
De acuerdo con medios locales, Yolanda Ruiz Cruz, portavoz de la organización, señaló que últimamente Luis había intervenido en la oposición popular a la construcción de una subestación de la propia Comisión Federal de Electricidad.
De este modo, atribuyó el crimen de su compañero a la CFE porque “había recibido amenazas de muerte de personal de esa empresa y de un grupo paramilitar vinculado a sus intereses”. Y acusó a la Fiscalía de no haber iniciado la investigación del ataque, ni de recibir a su familia, que solicitan una explicación.
Con información de La Jornada y NVI noticias
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