Científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts plantean la necesidad de crear una nueva disciplina académica que permita entender mejor el comportamiento de la Inteligencia Artificial (IA), así como los efectos de la misma en el comportamiento humano.
De acuerdo con el investigador Nick Obradovich, a veces no es posible determinar por qué la IA elige cierta opción entre las que se le presentan, a lo que se le denomina caja negra, por lo que en caso de querer comprender mejor los procesos de elección que realizan los algoritmos es conveniente estudiar esos procesos tal y como se hace con los seres vivos.
El examen sobre el modo en que la Inteligencia Artificial procesa la información y elige algo puede contribuir a una mejor comprensión sobre la influencia que tienen las herramientas con IA sobre las personas y los entornos con los que interactúan.
Un ejemplo puede ser el efecto que pueden tener los asistentes de voz con los niños o con aquellos que van perdiendo sus capacidades intelectuales.
Los investigadores señalan que la IA no es un sistema que tenga libre albedrío, pero tampoco es un mecanismo pasivo que no influya en conductas sociales o en los hábitos de las personas, de acuerdo con un artículo publicado en MIT Technology Review.