La modelo Kendall Jenner ha echado mano de su sinceridad más arrolladora para justificar la discreción con la que ha venido gestionando su relación sentimental con el jugador de baloncesto Ben Simmons.
Se trata de un noviazgo del que asegura tajante que no sabe si resistirá el paso del tiempo y que, por tanto, prefiere tomarse con cautela y sin precipitación.
«Soy muy joven todavía y siento que en las relaciones existe mucha incertidumbre.
«Por eso no quiero atraer demasiada atención sobre este tema, especialmente al no estar del todo convencida de que vaya a funcionar a largo plazo», explicó la modelo, de 23 años, en conversación con la edición australiana de Vogue.
RESERVADA SOBRE SU VIDA PRIVADA
El hermetismo que ha exhibido tradicionalmente la estrella televisiva en lo que a su ámbito más íntimo se refiere, al margen de sus apariciones recurrentes en el reality Keepin Up With The Kardashians, también está estrechamente ligado a las experiencias que han vivido en este sentido sus hermanas más mediáticas.
«He podido ser testigo de cómo lidian mis hermanas con el escrutinio público que generan sus vidas, y he aprendido mucho de todo ello.
«Claro que para mí,las relaciones, ya sean de amistad o amorosas, son sagradas y solo han de involucrar a un cierto número de personas», dijo.
«Creo que revelar demasiadas cosas sobre tu vida puede complicarlo todo», argumentó sobre su negativa a tener que ofrecer más explicaciones de las estrictamente necesarias.